De la mano de Chávez, Venezuela no caminaba hacia el socialismo del siglo XXI sino hacia un totalitarismo ‘light’, según Teodoro Petkof, exguerrillero convertido a la socialdemocracia y referente intelectual de la variopinta oposición al chavismo. Chávez es criticado desde la derecha y desde la izquierda. No gusta a los liberales, pero tampoco a los libertarios, porque, para estos, como para Nietzsche, tan odioso es seguir como guiar y, como se dice en ‘V de Vendetta’, anarquía significa sin líderes. Y el chavismo como el peronismo son movimientos transversales basados en la obediencia ciega y el culto al líder, en los que caben desde capitalistas hasta comunistas.
Desde finales de la Edad Media, el hombre ha ganado libertad pero a costa de quedarse más solo que la una. Como analizó Erich Fromm en ‘El miedo a la libertad’, eso le puede llevar cuando se siente amenazado, como en los años 30 y en la actual crisis, a sacrificar libertad por seguridad, a someterse a una autoridad omnipotente, sea führer, duce, camarada secretario general, amado líder, gran timonel, caudillo o libertador, que lo anulan y diluyen en la masa pero que reimplantan su cordón umbilical con el mundo. El hombre se comporta así como un niño que busca la protección de un padre dominante en vez de la emancipación a través del trabajo creativo y del apoyo mutuo. Hoy muchos españoles, angustiados y desencantados con los políticos de siempre, pueden sentir la tentación de tirarse en brazos de un Berlusconi o un Chávez. O quizás decidan no servir ni al Dios Mammón ni al Diablo rojo y ponerse la nariz de payaso de Beppe Grillo o la máscara de Guy Fawkes de ‘V’.
(Publicado en el diario HOY el 10/3/2013)