>

Blogs

El Zurdo

El rincón del Zurdo

La caída

De sabios es rectificar. Y Rajoy, aunque no es sabio pero sí artero, ha rectificado y ha retirado la retrógrada reforma de la ley del aborto pergeñada por Alberto Ruiz-Gallardón. Sus motivos son electoralistas, pero, al fin y al cabo, ha hecho algo tan democrático como acatar el criterio de la mayoría, opuesta a la reforma. Si no lo hubiera pagado en las urnas, según constató su ‘master chef ’ de las encuestas, Pedro Arriola, cuya máxima es meridiana: «A mí no me pagan por cambiar la realidad, sino por ganar elecciones». Ese es el principal objetivo de todo partido. Si para eso don Mariano tiene que decir Diego donde dijo digo, lo dice y santas pascuas. En eso de prometer una cosa y hacer otra es un hacha. Sabedor de que la memoria histórica de la plebe es flaca, deja, con la paciencia de un entomólogo, que la mentira caiga en el olvido o que, a base de repetirla mil veces, se convierta en verdad.

Por otro lado, le honra a Gallardón que haya dimitido y dejado la política, una vez su jefe lo ha puesto a los pies de los caballos. Quién le ha visto y quién le ve, don Alberto. Era uno de los rostros más populares del PP, si hasta caía bien entre los ‘progres’, que lo hubieran intercambiado por José Bono. Como presidente y alcalde de Madrid se granjeó la fama de barón rojo y verso suelto de la que ahora hace gala Monago. Al igual que este, con fuegos de artificio, como la candidatura olímpica de Madrid, y obras faraónicas, como el soterramiento de la M-30, compró el cariño de los madrileños hipotecando su futuro, al generar una deuda que tardarán casi una generación en pagar. Y cuando se le jaleaba como sucesor de Rajoy, llegó este y le ofreció un regalo envenenado, una pala con la que cavar su tumba política: el Ministerio de Justicia, en el que sacó a la luz ese hombre más de derechas que su padre, José María, y su padrino, Manuel Fraga, que escondía tras una careta roja, dilapidando su popularidad en tiempo récord.

Don Mariano no es tan tonto como parece. Con esa sonrisa de ‘clown’, esa mirada de besugo y esa gran habilidad para hacer el don Tancredo subido a una escalera sin que se sepa si sube o baja, este hombre gris marengo ha ido desembarazándose de enemigos íntimos (su antaño mentor Aznar, Rato, Mayor Oreja, Cascos, Camps, Esperanza Aguirre, Gallardón…), a priori más notables y más dotados para el liderazgo que él, y sin recurrir a las purgas, como hiciera otro mediocre triunfante, Stalin, sino simplemente dejando que se quemaran a lo bonzo. Así ha ido trepando hasta alcanzar la cima de la Moncloa cuando nadie, ni propios ni extraños, daba un duro por él. Con la misma estratagema de dejar que pase la corriente, está vadeando los casos Gürtel y Bárcenas o el pulso independentista catalán. A don Mariano le han dado por muerto, incluidos los suyos, después de las dos derrotas electorales ante ZP y de que Luis ‘el cabrón’ levantara las alfombras de Génova. Sin embargo, ahí sigue impertérrito, atado al mástil cual Ulises, dejando que otros infaustos que se creen más grandes que él sean seducidos y devorados por las sirenas. Ahora se vaticina que se lo tragará el Polifemo de Podemos. No se fíe de este zorro con piel de pingüino y corazón de ave Fénix; no le desahucien prematuramente. Ya advierte el cínico protagonista de ‘La caída’, de Albert Camus, que «lo esencial es no ser libre y obedecer con arrepentimiento a alguien más pícaro que uno mismo. Cuando todos seamos culpables, entonces viviremos en democracia».

(Publicado en el diario HOY el 28/9/2014)

Temas

blog personal del periodista Antonio Chacón Felipe

Sobre el autor


septiembre 2014
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
2930