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Beatriz Acosta

El tragaluz ibérico

Catorce plazas de belleza misteriosa

La belleza es ese misterio hermoso
que no descifran ni la psicología ni la retórica
Jorge Luis Borges

Ni una ni otra descifran lo que se viene a contar. De ella sólo se descifra la belleza misteriosa.
Forma circular, cuadrada u ovalada. De gran dimensión, o no tan considerable. Llena de historia. Ahogada de pisadas. Rebosante de conversaciones. Retumban entre sus paredes declaraciones, de amor o de intenciones. Monumentos que nacieron y moriran con ella. Guía de ciudades. Dueña del centro. Observada y fotografiada. De posado rico e inamovible. Destilando el aire de su metrópoli. Armas de mujer, para seducir a quien se acerque. Acogedora. Capaz de dejar recuerdos en quienes la admiran. Puede ser única o de protagonismo compartido, pues algunas ciudades de toda España poseen más de una.

Lugar ancho y espacioso dentro de un poblado, al que suelen afluir varias calles. La Real Academia Española de la Lengua así indica la signifación de PLAZA. Y no más demora para esas Plazas de ciudades de toda la Península, Baleares y Canarias. Un pellizco en el mapa de España para hacernos con catorce de todas ellas. Casi quince de la niña bonita. Pero catorce porque sí, aunque bien podrían ser 20 ó 30 ó… En un orden distraído, sin regirse por puntos cardinales ni por regiones. Lo que aquí se inaugura es un desbarajuste de sentimientos y recuerdos que se debaten entre plazas ‘de España’, plazas ‘Mayor’, y alguna que otra con nombre “original”.

He de confesar que cuatro de ellas son mi debilidad absoluta. Siendo así, no pueden esperar por más tiempo y se desencadenan de seguido desde ese llamado primer puesto, que no es otro que uno muy personal, para dar comienzo a esta historia, y completamente alterable al gusto del lector.

Maravilla, por su rima. Ciudad del sur, y capital de una grande como Andalucía. Sevilla, la más poblada entre sus hermanas. Sevillanos o hispalenses, y entre ellos “quillos”, en cualquiera de sus nombres, son de tremenda simpatía y salero. Acogedores ellos y su tierra. Imprescindible, perfecta y despampanante… esa es este ‘primer puesto’. Se abre ante ti el marco inigualable de la Plaza de España. Quizás no existan adjetivos o diferenciales posibles para atribuirle a esta PLAZA. Un espectáculo en vivo. Fue construida como edificio principal de la Exposición de 1929. Característico su recorrido en el que se encuentran bancos que representan todas las provincias de España, así como los bustos de españoles ilustres en sus muros. De estilo regionalista, Patrimonio Histórico de España. Su extensión y situación tienen una lógica: su dimensión es de 200 metros de diámetro y de forma semielíptica, con lo que simboliza el abrazo de España y sus antiguas colonias; y mira hacia el río Guadalquivir como camino a seguir hacia América. Concretamente, la superficie total es de 50.000 metros cuadrados aproximadamente. Tiene una fuente central, obra de Vicente Traver, y además, un canal que es cruzado por 4 puentes que representan los 4 antiguos reinos de España. Pura historia de lado a lado. La panorámica es complicada por su amplitud, pero perfecta fotografía.

Con tal potente pistoletazo, nos marchamos a Salamanca. Ligada a Historia, referida a la ciudad de la magia y de la paz. Llena de una cultura que no se queda dormida, pues Salamanca ofrece de eso, con creces. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988. El salamanquino, salmantino o el charro, saben cómo sorprenderte. Gran placer el que ofrecen en una terraza de las muchas que abordan la Plaza Mayor, recibiendo el sol en el cuerpo y al tiempo, disfrutar de su gastronomía. Su ‘Mayor’ es de tremenda dimensión, concretamente una superficie de unos 6400 metros cuadrados. No es un cuadrado perfecto, y lo más maravilloso es la consecución de los 88 arcos de medio punto donde se ven representados personajes importantes. De estilo barroco y con diseño del arquitecto Alberto Churriguera, que fue descrita por Miguel de Unamuno como “un cuadrilátero. Irregular, pero asombrosamente armónico”. Completamente de acuerdo. Desde cualquiera de sus terrazas podrás hacerte con ella. Pura tranquilidad bajo los cuatro costados de esa PLAZA que ha de vivir en mayúsculas.

Madrid no podía fallar aquí, pues su caso es el de “plazas y plazas y plazas”. La de España, la de Colón, la de Cibeles, la de Puerta del Sol, y suma y sigue. Pero la más representativa y con un encanto histórico despampanante es la Plaza Mayor. De obligado recorrido, cuyos recovecos estarán llenos de gente y de puestos navideños en este mes de diciembre que recién se estrena. Es de aquellas cosas que se miren por donde se miren te impresionan. Sus orígenes se remontan al siglo XVI, cuando su denominación era plaza del Arrabal. De estructura rectangular, cuenta con 129 metros de largo por 94 metros de ancho, y está colmada de viviendas en todo su recorrido. Con paciencia sumarás 237 balcones con vistas a la misma. Y para hacerte con ella podrás entrar por las 9 puertas de acceso que tiene, cualquiera de ellas será perfecta para pisar sus adoquines y chapotear entre sus soportales. Fue mercado de la villa y también escenario de numerosos actos públicos, para hoy darnos un espacio de reunión y descanso en sus preciosas terrazas.

Con cortesía, Badajoz se presenta. En árabe, Batalyaws, una etiqueta muy atractiva. Está anclada a la comarca de Tierra de Badajoz. Nacida en el siglo IX. El río Guadiana es su guía hidrográfica de este a oeste. Los pacenses albergan un clima bien frío en invierno, muy contrario al de su verano con 40 grados. Hospitalidad y filosofía inundan sus calles, por las que llegamos a una muy especial, una que exalta sonrisas y enciende emociones. La popular Plaza Alta, a pie de las murallas. Portificada, bajo sus arcos se celebraban mercados en la Edad Media. Se ven diferenciadas dos zonas, por el norte encontramos el Arco del Peso como la parte medieval; y por el sur, el Arco del Toril con un aire más moderno. Desde ella, asoma la Torre de Espantaperros. Deberás saber que la ciudad se ha unido a la moda de la bicicleta, en alquiler o propiedad, para recorrer Badajoz a dos ruedas, y será una gran opción para conocer esta postal. Un lugar tranquilo que merece mi más sincera admiración.

La Coruña aterriza con una plaza muy diferente, la de María Pita, por su nombre. Los coruñeses cuidan de una ciudad considerada puerto histórico, en las Rías Altas. Dos caras diferenciadas: la portuaria que mira hacia la ría de La Coruña, y la de mar abierto, que se enfoca hacia la Ensenada del Orzán, y en la que paseamos por las playas de Riazor y Orzán. Muy fría, pero nada que ver en su carácter. En pleno centro, nos hacemos con la dueña de esa hermosa heroína que en el año 1589 encabezó la defensa de la ciudad contra los ataques del corsario inglés Francis Drake; María Mayor Fernández de Cámara y Pita, su nombre completo. La plaza, en sí misma, fue expuesta a mediados del siglo XIX, y originalmente se llamaba Plaza Alesón. Y en el centro de ella podemos contemplar una importante estatua de 9 metros de altura acabada en bronce de su protagonista María. Más de 10.000 metros cuadrados rodeados de edificios portificados, con balconadas de hierro forjado y galerías de cristal de la ciudad. Todo ese conjunto se convierte en testigo diario de miles de gallegos y turistas. Y por supuesto, sus calles aledañas le otorgan mayor atractivo, por su carácter comercial, junto con los pórticos, siendo el sitio perfecto donde probar el mejor vino blanco de la región y unas buenas tapas.

Vuelo directo. La Canaria más extensa es la elegida: Tenerife. Su capital, Santa Cruz de Tenerife. Una isla volcánica del Atlántico en la que el invierno podría llamarse primavera gracias a sus deliciosos 23 grados de temperatura media. Un lugar en el que la gente es genuínamente amable y un pequeño paraíso donde hay tal variedad de entornos que creerás estar en mil sitios a la vez… La isla de los tesoros, y de seguro de sol: una de tantas definiciones. Así se engalana la que nos presenta la Plaza de España más amplia de todo el archipiélago. Nacida en 1929 sobre el histórico Castillo de San Cristóbal, del que poco se conserva hoy en día. Está presidida por el Monumento a los Caídos (la torre estrecha a la dcha. de la foto), una torre en forma de cruz con un mirador en lo alto. Pero del pasado no sólo vive esta plaza, en lo que al presente se refiere,  el lugar ha sido elevado para convertirse en una plataforma que en un futuro se extenderá hasta el mar. En esta remodelación, la ‘de España’ luce un lago central de agua marina, que le otorga una originalidad muy preciada. Si de día es preciosa, la noche no le resta luz.

La Península vuelve a ser nuestra de la mano de Barcelona, pero sin abandonar el clima húmedo. Reconocida como Ciudad global por su importancia cultural, financiera, comercial y turística. Por tierra, mar y aire, para adentrarse en sus secretos. Tales como la Plaza de España, otra ibérica de igual nombre, pero de ninguna similitud destacable con las demás. Fue construida durante la Exposición Internacional de 1929, con 34.000 metros cuadrados, lo que la convierte en la segunda más grande del país, despues de la de España en Madrid. Tremendamente abierta y muy transitada por su confluencia con dos vías principales como la Gran Vía de las Cortes Catalanas y la Avenida del Paralelo. Da cobijo al Centro Comercial Las Arenas y muy presenteras las Torres Venecianas. No es peatonal como sucede en otras. Y en el centro figura una fuente monumental de gran dimensión. Desde luego, para analizarla y sentirla será necesario un largo paseo.

De nuevo nos atrapa Extremadura con su máxima cacereña. La ciudad de Cáceres es un exceso (sin empachar) arquitectónico. Entre sus calles es evidente su valía, y bien merece la visita por su aire a pie. La Plaza Mayor nos roba la mirada. Importantísima, pues es la entrada principal para conocer el casco antiguo. Por el este, encontramos la torre de Bujaco, el arco de la Estrella y la torre de los Púlpitos; al oeste, vemos los soportales inundados de bares y sus terrazas; y por el sur, el Ayuntamiento y el foro de los Balbos. Y en su caso, igual sucede en la noche, pues las luces redoblan su iluminación en los edificios de piedra. Precioso el viaje, su estancia, su gente, sus fotografía. Cacereños, dueños de una joya.

Toledo desde lo lejos y hasta sus calles empedradas. Un viaje para los sentidos. Ciudad mágica, puro secreto, de ensueño. No son habladurías, tremenda verdad palpitante. De tesoros históricos, cultura y turismo, acogido por sus vecinos deseosos de visitantes expuestos a nuevas experiencias. Convierte el ser Patrimonio de la Humanidad en su mejor activo. Con una excelente situación en la Península. Privilegiada ciudad, y antigua capital del Imperio español. Se encuentra subida en una colina sobre el río Tajo. De hecho, el significado de Toledo sería “levantado, en alto”, algo completamente evidente. Lo mejor de ella es echar a andar, y así poder toparnos con su Plaza de Zocodover. Ésta es una de esas plazas de nombre “original”, cuyo significado es “mercado de bestias de carga”. Es de presencia portificada rectangular. Más acogedora que algunas ya citadas, y repleta de terracitas que invitan a verla desde otra perspectiva muy apetitosa.

Valladolid, o Pucela para los amigos. Para conocerla hay que aclimatar el cuerpo. Su frio es protagonista en invierno y el calor un infierno en los meses de verano, algo, por su parte, muy propio al estar rodeada de montañas que la aíslan del mar conformando un clima extremado y seco. La suya es La Plaza Mayor, el lugar de encuentro de los vallisoletanos. Para ser fotografiada y recorrida, de la que salen arterias que ofrecen el ansiado placer de las tiendas y el comer, una de ellas: la Calle de Santiago, aunque son alrededor de diez las vías que nos despistan de la plaza. Se corona como una de las más grandes de España, es de planta rectangular, porticada y sus soportales descansan sobre columnas. El perfecto encuentro con sus vecinos y con su alma castellanoleonesa.

Córdoba a tus pies. Verde es su color, por el deseoso camino de jardines y patios en cada tramo. No sólo en los monumentos más turísticos encontraremos la tonalidad natural, también los patios que esconden las casas son el vivo valor de la ciudad. Por fuera y por dentro respira naturaleza. Entre tanto por ver, la Plaza de La Corredera se alza como una grande y emblemática. Además, única plaza mayor cuadrangular de Andalucía. Tiene una ubicación perfecta en el centro de la metrópoli. Es una consecución de arcos, tres plantas de ventanas que configuran toda la plaza en tono rojizo. Y como es habitual, ofrece varias terrazas donde disfrutar de la estancia desde una mesa y degustando la gastronomía cordobesa. Córdoba es historia por todos los costados. Lo malo, o más bien todo lo contrario, es que no sólo se queda ahí. Por tener, tiene todo.

Teruel. Tan bien rodeada de municipios de miles de formas y estilos, que nos despistamos un segundo y olvidamos que la capital es círculo imprescindible a marcar en el mapa. Entra y verás, te vas a enterar. Tiene un rico patrimonio artístico mudéjar, y aunque es señalada como la capital de provincia menos poblada de España, poco importa. Lo poco siempre es más. La Plaza del Torico es la clave por esta vez. Su Torico subido a la fuente es el punto de reunión de muchos habitantes y símbolo de la ciudad, además del “culpable” del nombre de ésta. De noche, con un suelo iluminado de forma peculiar, podrás disfrutar incluso más de ella, pues su luz ensalza los rincones que las sombras de las nubes nos ocultan. Muy transitada y abierta a las zonas comerciales más céntricas. No muy grande pero ideal para conocer el espíritu de Teruel y de igual forma, sentarse en una de las terrazas.

Valencia es el resultado de tierra de romanos, invadida por árabes y reconquistada por cristianos. Conserva el pasado multicultural, que se funde con un presente y futuro de regusto cosmopolita y moderno. Mar Mediterráneo, su preferido. Con un clima donde el verano se estira. Más de 300 días de sol al año. Acoge en su interior al río Jucar y al Turia, este último divide en dos zonas a la ciudad, por lo que se construyeron a lo largo de la historia varios puentes. Muy cerquita del final, tenemos que hablar de la Plaza del Ayuntamiento, muy céntrica. De jardines y con muchísima claridad, ha pasado por multitud de remodelaciones. Hoy, vemos un lugar especial para los valencianos, con una fuente central rodeada de verde, con el Ayuntamiento presidiendo. Ese edificio, que le aporta la belleza necesaria para estar incluida entre estas catorce excelencias.

En barco, un viaje hasta Mallorca. Isla vecina con unas playas envidiables. Como capital, Palma de Mallorca, octava mayor ciudad de España por población. Se cobija entre las comarcas naturales de la Sierra de Tramuntana y por el Pla de Mallorca. De clima templado mediterráneo. Y en la que ya habíamos destacado en historias anteriores su gran ventaja: la Catedral de Santa María, muy poderosa. En esa línea turística, del viajero, has de acercarte a su Plaza Mayor. Encontramos una pequeñita y acogedora, tranquila, llena de terrazas. Muy cerca del Ayuntamiento y de la conocida iglesia de Santa Eulalia. De planta rectangular, de edificios antiguos de viviendas con tres o cuatro pisos. Es una de las principales entre las demás plazas mallorquinas. Fue edificada durante el siglo XIX en el solar hasta entonces ocupado por el Convento de San Felipe Neri y algunos edificios limítrofes. En ella nacen las vías de San Miguel o Colón. Buenísima ubicación, así como su memoria.

España de plaza en plaza.
Y tiro porque me toca.
Hay dos maneras de vivir su vida: una como si nada es un milagro, la otra es como si todo es un milagro.
Albert Einstein
Posdata: Como si todo es un milago. ¿Y tú?

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Sobre el autor

Madrileña y extremeña: un 'dos en uno' inseparable. Periodista y dirección hotelera. Con mil ojos en el mundo del turismo para dar a conocer lo mejor de aquí y de allá. Música para vivir con más intensidad. Sonrisa, siempre. Ganas e ilusión, también. Twitter:@beibaf


diciembre 2013
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