Si no escalas la montaña, jamás podrás disfrutar del paisaje.
Pablo Neruda
En la vida marcan la diferencia los detalles más pequeños:
Valorar que sonreir es el mayor arma. Caminar porque es el mejor sueño. Contar minutos con las miradas. Pisar el presente porque el futuro ya vendrá. Gritarle al tiempo las alegrías. No dejar que el viento sople en otro sentido. No esperar que el silencio abrume las horas. No aceptar que lágrimas invadan paisajes. Porque si no escalas, jamás gozarás de ellos. Esos que nos rodean allá por donde iniciemos viajes. Esos de los que España es dueña y señora. Esos que llamamos paisaje, pero son también panorámicas preciosas.
El tiempo ofrece en palabras tremendos horizontes. Ésta es la perspectiva que se inunda de belleza, de espectacularidad y de naturaleza. Norte y sur, islas e interior peninsular: todos sus límites se desnudan ante miradas diarias. Y es que resulta frecuente olvidar aquello que nos rodea. Por ello, valorar lo que España encuentra a su paso, es la perfecta circunstancia. Semejantes como casualidad, coincidencia o destino. Tres cuestiones que nos trasladan a lo más alto de las montañas. Todo, con tal de disfrutar del paisaje que nos sugiere Pablo Neruda.
La contemplación como terapia. Asombrosas coherencias impregnadas. Cierta armonía en sus porciones de tierra. Desafíos en la pasión que insinuan. Viajar se convierte en un gesto de placer. La piel de España. Jugar una partida crucial con ellos, para probar su deleite. No es otra incógnita que la que destilan los paisajes ibéricos. Recorrer ocho de todos ellos ¿qué mejor propuesta?. Descubrirás dos denominadores comunes: su tambaleante integridad y su capacidad de sosegarnos. Adjunto a cada panorámica, algunos hoteles para descansar y así exprimir todos los espacios.
No hay amistad más segura que la que da un paisaje. Si éste en un primer momento nos parece vacío de compañías, cuando llegues, te hará sentir la mejor soledad encontrada. Una soledad poblada de leve concierto de todos los colores, de rastros sobre la arena de minúsculos insectos, de ondulaciones que de pronto se descuajan en ramblas que dejan la raíz del suelo al aire en esas cárcavas incesantes. Nada te miente y a nadie engañas en compañía tan fiel como este cuerpo casi desnudo que son los Campos de Gata. Aquí apenas se asoma el cemento que tapia ya la mayoría de nuestras costas. El levante almeriense alberga uno de los escasísimos vómitos de magma terrestre en la penísula. Ocupa buena parte del extremo suroriental de la provincia de Almería. Con escasas precipitaciones, el cabo de Gata ofrece uno de los mejores paisajes en los que la máxima exigencia y lal extrema austeridad de sus componentes vivos se convierte en un espledor inolvidable. Las formaciones vegetales deslumbran, y con arrecifes fosilizados. Fauna propia del Sáhara. Excelente momento del año para visitarlo. Un panorama que cura casi todo, casi nos diluye.
Hospédate en… Los Patios Hotel en El Campillo de Rodalquilar o en el Hotel De Naturaleza Rodalquilar en Níjar.
Cuando la mirada se queda presa de los miles de pies de encinas altivas, el bosque se convierte en la principal referencia paisajística del entorno natural. Somos el país de la encina, a pesar de no haberlo convertido aún en un verdadero símbolo de nuestra naturaleza. El Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla es un genuino representante de los mejores paisajes de la mitad sur de la península: un ámbito de media montaña con arbolado aclarado y, en muchos lugares, dehesa. En estos amplios espacios inicialmente forestales se ha permitido que se instalaran otros tipos de funciones, sobre todo agrarias y ganaderas que han respetado el entorno. Buena parte de las estribaciones de Sierra Morena, sobre todo estas de baja altura y alomadas cuestas, está cubierta por esos encinares pero a su lado no son escasos los pinos piñoneros, cuya considerable altura ayuda a que la fauna resulte más diversa. El relive es muy regular, ya que se trata de una suave pendiente que intenta perder altura en busca de la depresión del Guadalquivir. La Sierra Norte forma parte de la más amplia sucesión de parajes protegidos con la doble figura de parque natural y reserva de la biosfera.
Hospédate en… Finca La Herencia en Guadalcanal o en el Alojamiento Rural Altabrida en Constantina, dos opciones muy cerquita de esos paisajes sevillanos.
Advertimos ahora del incontestable carácter del Alto Guara. No existe mejor definición incial para esta enorme comarca de Huesca que considerarla excepcional. Su originalidad es contundente. Y su demostración parte de una acción tan elocuente como sencilla: ¡conocerla! Sobre todo desde el momento en que arrecia la teoría sobre la práctica. Vivir los exteriores y considerarnos satisfechos con los documentales, guías y libros es la mejor terapia para comenzar a considerar que su belleza es manifestantemente inmejorable e insustituible. Al norte de la capital y hacia el este, todo el año ansía ser visitado aunque la primavera es su máxima potencia. Posee grandes cursos fluviales con tramos altos y bosques de frondosas y mediterráneos. Sólo por los barrancos merece la pena adentrarse por el vero, Alcanadre, Flumen o el Guaitizalema, ríos tributarios del Ebro y que se convierten en los más bravos, angostos y desafiantes. La fauna de roquedo no puede estar mejor representada. Y desde luego, no hay mejor lugar en Europa para esa casi nueva especialidad deportiva que llamamos barranquismo que este. Con lo que divisamos la principal originalidad de Guara: sus estrechísimos cañones o congostos.
Hospédate en… Gran Hotel Ciudad de Barbastro y San Ramón del Somontano, ambos en Barbastro, con una ubicación especial para conocer la sierra de Guara.
Las erupciones volcánicas de los siglos XVIII y XIX pusieron sobre la vieja piel de Lanzarote, otra completamente nueva, consiguiendo incluso que aumentara de tamaño. Así damos pistoletazo de salida a este nuevo panorama de sueños. Por esta vez, los ojos pueden empaparse de lo magnífico de esas tonalidades que esconde la luz. El Timanfaya, ese es el protagonista. Mantiene una estrecha cooperación con las gamas cromáticas. Es como si todos los materiales incandescentes, que procedían de las entrañas de la tierra, donde siempre reina la oscuridad, se tomaran la coherente revancha de fundirse con la paleta de colores del planeta. Y es que el Timanfaya consigue que nuestra mirada arda ante los contrastes de color que ofrece. Además, las formas son evidentes, sobre todo porque los conos volcánicos se hacen potentes allá donde miremos. La obvia voluptuosidad de los perfiles son el reflejo del caos, de la belleza y de la armonía al mismo tiempo. Ubicado en la costa oeste de la isla de Lanzarote, posee un clima subdesértico, que nos reclama durante todo el año. Los materiales volcánicos de lo que se considera la mayor erupción en tiempos históricos han convertido en laboratorio este parque nacional. Lugar donde comprobar que estamos ante uno de los parajes que se resume en forma y color.
Hospédate en… El Hotelito Del Golfo o La Casona de Yaiza. En distintas zonas pero rodeando el Parque, para un perfecto descanso.
Pocas son las comarcas del país con una personalidad tan acusada. Esta tierra es de tierra, por supuesto, pero es mucho más. Tierra de Campos en Palencia, es lo que nos roba el sentido. Esta comarca resulta uno de los ámbitos más intensos para el naturalismo de toda España. Por tanto, es mucho más que llanura arada, aunque esto permite recordar que las geometrías del arado también ofrecen una estética que puede resultar de primera calidad. No olvidemos que la tierra que sostiene los cultivos es sitema del que brotan otros. La meseta norte es un tablero con pocas cicatrices, y donde impera un clima que los científicos han calificado de supramediterráneo. Con ello, se condiera un invierno más frío que en la mitad sur. Pero ante todo, no deben engañar a la mirada la uniformidad de los perfiles y el dominio de las horizontalidades. Será fantástico disfrutar de sus estancias en verano o en invierno. Porque nos llenan los ojos de encuentros con horizontes que siempre parecen estar alejándose.
Hospédate en… Hotel Venta Del Alón y Casa Rural El Encuentro en Villalón de Campos. Se encuentran en la dirección hacia la Tierra de Campos.
Cuando a una inmesidad llana le nace una erupción única, ya sabemos que allí irán a parar todas las miradas, los viajes, los árboles y el agua. El Espacio Natural de La sierra de Pela demuestra que tan portentoso imán actúa a la perfección. Queda en medio del esquinazo oriental de la Serena, sin duda una de las comarcas naturales con mayor personalidad de nuestro entorno. En la provincia de Badajoz, en su parte noreste, encontramos esa inmensa planicie, más grande ella sola que no pocas provincias españolas. Está casi completamente desarbolada. Es el mejor lugar, seguramente de toda Europa, para la contemplación de uno de los más señalados acontecimientos de la vida silvestre. Ciertamente las concentraciones de grullas invernantes que aquí se dan, se convierten en imponenete trasiego, sobre todo al atardecer, que a nadie deja indiferente. A su lado podremos contemplar miles de gaviotas, avefrías, así como otras especies rapaces. Grandes dehesas intercaladas con los regadíos y la sierra de Pela, con sus bosques y matorrales presidiéndolo todo. Por si eso fuera poco, el Guadiana lame el borde norte de este emporio. Y además aquí en realidad no es río, sino una enorme masa de agua atrapada. Hablamos en ese sentido, del Embalse de Orellana, una de las cuatro grandes presas que frenan al río. Una vez más, en Extremadura triunfa la belleza y la naturaleza.
Hospédate en… La Huerta de Los Nogales en Herrera del Duque y como segunda posibilidad está la Casa Rural Morro Escudero en Garbayuela. Ambos muy bien situados.
A menudo, los mejores tramos de nuestros ríos han sido convertidos en embalses. Lo que en un primer momento es sin duda una alteración drástica, acaba siendo una de las formas de recorrerlo en su casi totalidad, con serias posibilidades de abarcarlo desde su justo centro. Se trata de los Cañones del Sil y Ribeira Sacra. El mejor ejemplo posible de lo que se denomina microclima. Justo en el corazón de la lluviosa Galicia, las condiciones de orientación y altitud crean una isla mediterránea. Lugar de viñedos inestimables y de no pocos monasterios que propiciaron la denominación de Ribeira Sacra. El encajonamiento del Sil no solo crea el consabiado desnivel. Aquí, se suma una notable humanización del conjunto, todo un descomunal sucederse de terrazas en su mayor parte entregadas al viñedo. Tenemos que ubicarlo en el centro de la provincia de Lugo, con un clima atlántico seco, y que desea ser visitado durante todo el año. Una representación clara de la España verde.
Hospédate en… Molinos de Antero o el Hotel Oca Golf Balneario Augas Santas. Son dos hospedajes bien distintos, pero enclavados en la Ribeira Sacra.
Y a menudo también, el desierto lanza satélites hacia parajes en los que crearán trasgresión. Se incrustan allí ocupando una porción de suprema originalidad. Con la palabra bardena adelantamos el secreto mejor guardado de esta tierra que aquí viene a desnudarse: el Parque Nacional de las Bárdenas Reales. Al sureste de la provincia de Navarra, ahí encontramos un territorio de notable extensión, cercano a los 500 kilómetros cuadrados y que mantiene como límites naturales el río Ebro por el sur y el Aragón por el oeste y el norte. La frontera entre las comunidades de Aragón y Navarra sería su límite por el lado oriental. Una de las peculiaridades de las Bárdenas es que pueden ser divididas en Blancas y Negras. Responde esta peculiar toponimia a las tonalidades dominantes en determinadas porciones de esta comarca. Estas tierras arrasadas por la continentalidad seca, que tan diferentes caras proporciona al valle del Ebro, son también un emporio de rarezas.
Hospédate en… Tudela Bardenas y Hotel Aire de Bardenas, se encuentran en Tudela. Con un descanso muy mimado y perfectos para el viaje por los paisajes que los rodean.
Ocho fotografías panorámicas para quitar el hipo.
Porque España es naturaleza. Y su belleza, indiscutible.
Viajar con la mirada por estos paisajes será nuestra mejor primavera.
Así lo escríbia Albert Einstein:
La belleza no mira, sólo es mirada.