Nos emociona el amor y la entrega con que sin ninguna ayuda económica cuida usted de su madre dependiente. La envidiamos cuando al acabar la jornada se sienta exhausta en su sofá, entrecierra los ojos y disfruta del placer de acariciar a su gato mientras escucha fados de Mariza. Estamos convencidos de que su artista preferida canta «o melhor de mim está para chegar» pensando en su futuro. Es usted un gran ejemplo de aquella antigua filosofía que sabe apreciar el valor de las cosas pequeñas. Como su pensión no contributiva. Atte., Ministerio de Hacienda, Gobierno de España.