POETAS los dos de la dorada medianía. Media noche y medio día al volante de nuestro propio destino —es un decir—, ganándonos la pasta, metálica, con que allanar el camino a la familia. Si puede ser, algo más que lo sólo necesario, libre de impuestos y descontada la propina de la propia salud. Ve pensando cómo esfumarte, colega, compañero del alma. Solidaridad incluida, los beneficios de nuestros respectivos jefes no dejan hueco libre para los dos. Ni abrazados cabríamos. Bueno, igual abrazados… Mientras lo pensamos, mándate tú mismo al carajo con tu taxi, yo ya me he mandado a mí mismo con mi VTC.