HA PALMADO LÁZARO el telefonista. El jefe de negociado lo comunica a la jefa de sección, que lo traslada al jefe de servicio para que informe a la administradora, quien abre un «Expediente de adquisición de una corona fúnebre para Lázaro el telefonista». El interventor dice que no hay presupuesto y que total, para quemarlo en el horno, con unas flores va que arde. Se incoa otro expediente. Cuatro días después, cuando le llega el ramillete con la leyenda «Tus compañeros no te olvidan», Lázaro ya se ha olvidado de sus compañeros y ha decidido resucitar. Lo han visto de cañas en el Arriero Somos.