DOS CARACTERÍSTICAS confundían a los estudiosos de esta subfamilia de buitres. La primera, que apenas se dejan ver, por lo que es difícil identificarlos. La segunda, que a diferencia de los de su especie, no comen carroña. En un principio, los ornitólogos creyeron que se alimentaban de pequeños insectos, sobre todo hormigas; luego descubrieron que lo que en el fondo buscan hurgando en los hormigueros es espantar a todas las hormigas y provocar su salida. Una vez vacíos, y aprovechando que el dueño de la granja mira hacia otro lado, les lavan la cara y los revenden a cambio de obscenos beneficios.