Para Inma Franco
¿QUÉ TE PASA EN LA CARA? ¿Por qué no tienes los dos ojos a la misma altura, como nosotros? ¿Por qué las aletas de tu nariz no son simétricas, sensuales, como las nuestras? Tus rasgos desdoran la proporción áurea y descabalan la media matemática de la hermosura hasta un punto que haría sonrojar a la bella Nefertiti. Y es una pena, porque esa voz de cristal, cantarina y vibrante ha demostrado la tenacidad de un náufrago, y tu sonrisa ilusionada revela con cuánto anhelo acaricias el futuro. Así que opérate, haznos caso a nosotros, que encarnamos el ombligo de la empatía y la exquisita sensibilidad, la belleza simétrica, el divino equilibrio, la equidistancia de la esfera». —Cuyo volumen, como sabes, es 4/3·π·r3, donde r es el tamaño de la inabarcable estupidez de sus comentarios, el radio del vacío absoluto de sus cabezas… elevado al cubo.