LAS ESQUINAS SON UNA OPORTUNIDAD de cambiar el rumbo de nuestro curso vital, eso que los latinos llamaban «curriculum vitae» y que se ha convertido en sospecha de inflación para abrirse camino a golpe de mentiras en el mercado de trabajo. Lo que nos espera detrás de una esquina puede no ser nada o ser un misterio, quizá un sobresalto y hasta una posibilidad de elegir, de equivocarse, que siempre es preferible a no equivocarse por no poder elegir. A veces, doblar una esquina conlleva un encontronazo de película romántica, de terror, de suspense… quizá por eso acercarse a ellas añade un punto de emoción a nuestra monotonía de transitar calles rectilíneas en un currículum vitae previsible. (No deja de darle vueltas a estas ideas mientras busca la salida de un laberinto en el que lleva media vida encerrado, un laberinto repleto de esquinas sin sorpresa.)