NADIE EN EL PUEBLO SE EXPLICA por qué a Crispín le apodan Nocambiesnunca, y ya va siendo hora de que alguien documentado acabe con el misterio que tiene intrigada a la comarca. Crispín es un chaval tan brillante como arrogante, tan currante como pedante, que al terminar el bachillerato se marchó a la ciudad (para descanso de sus paisanos) con la intención de estudiar una carrera adecuada a su talento, una de esas carreras de peso y fuste que te permiten vivir como solo unos pocos elegidos pueden. Ya en la capital, Crispín se alojó en la Pensión Antonia, cuya dueña, mujer gris, huraña y encabronada consigo misma por su frustrante incapacidad, vio en Crispín la oportunidad de vengarse de la debilidad de carácter que a ella le había amargado la existencia. Por eso le repetía una y otra vez el mismo consejo: Hazme caso, Crispín, diga lo que diga la gente, tú…