Entre la librería y la pizzería hay un banco donde todas las noches se sienta el mismo hombre con un libro en una mano y un trozo de pizza en la otra. Sabemos que la pizza es una «cuatro quesos» por el aroma incontestable del parmesano y del queso azul, que embelesa a quien se le acerque aun desde la otra acera. Por el contrario, no sabemos qué está leyendo, aunque, dado lo escuálido del volumen, no parece un novelón del XIX. Pero lo verdaderamente imposible de saber es qué le causa más goce, si la lectura o la comida, viendo la voluptuosidad con que disfruta de una y otra. Cierta noche me propuse averiguar el título del libro que se disputaba con la «cuatro quesos» el clímax de aquel hombre y me demoré al pasar por su banco. Tan abstraído estaba que ni siquiera me vio, en cambio yo sí vi el título del libro que lo arrebataba: Cien recetas que te convertirán en un gran chef.