LEO QUE la relación entre el horizonte de partículas y el tiempo transcurrido desde el Big Bang se puede entender mediante la integración del tiempo de comóvil en un universo en expansión, y que la distancia al horizonte de partículas se define como el espacio máximo que una partícula podría haber recorrido desde el Big Bang hasta un tiempo (t) a la velocidad de la luz (c) considerando la constante de Hubble (H0). Intentar meter esta jerigonza en mi cráneo —que de privilegiado no tiene nada— me parece tan imposible como le parecía a san Agustín que el niño intentara meter todo el mar en un hoyo de la arena. Aunque, por otra parte —me consuelo—, menos me cabe en la cabeza la actitud de quienes pretenden cerrar nuestras playas a niños inmigrantes frágiles y necesitados usando incluso el Ejército, y sin embargo hay «cráneos privilegiados» capaces de justificar semejante cabronada.