SUPERSTICIOSA, LO QUE SE DICE SUPERSTICIOSA, no es, pero tiene sus porsiacasos. Por si acaso, cuando le sale un huevo de dos yemas, compra un cupón. Si le salen dos huevos dobles seguidos, echa la Bonoloto, y si son tres, juega al Euromillón, aunque ya con una mijita de mosqueo. Como ayer, en casa de su hija y de su yerno, esos cachondos tristes que se burlaban de ella por lo bajini mientras la invitaban a seguir cascando, uno detrás de otro, huevos jumbo de dos yemas que habían comprado exprofeso en «Huevería Morales, sus huevos especiales» sólo para tomarle el pelo. Incluso callaron ladinos cuando, revolcándose en el entusiasmo de los buenos augurios, les anunció que sí, que se iba corriendo a echar el Euromillón, por si acaso. Esta mañana es ella la que se carcajea: le han tocado ciento veinte mil euros. Aunque se está pensando si decírselo a estos dos bobos. Por si acaso.