Diciembre llegó casi sin avisar y con él parece que también el espíritu de la Navidad.
En mi anterior post hacia una critica intentando denunciar que no todo valía en la Red y que amparandose en el anonimato que esta brindaba, aparecían tipos, tipejos y entes despreciables de toda calaña.
Y por ello creo que es justo mencionar cuando ocurre justo lo contrario.
Días atrás me sorprendió esta noticia: “Un policía de Nueva York compra unas botas a un indigente descalzo” .El hecho en sí no hubiera quedado más que en una anécdota si la autora de la fotografía , Jennifer Foster no lo hubiera subido a la Red y enviado a la propia policía que la publicó en Facebook.
Este simple gesto solidario revolucionó la Red con datos muy sorprendentes: más de dos millones de internautas vieron la foto y casi 200.000 usuarios la han compartido, hasta el momento 598.799 “me gusta” en Facebook y subiendo. Se han generado más de 40.000 comentarios.
Los datos son llamativos y bastante curiosos, pero el resumen de todo es que un simple gesto que un principio no debería ser excepcional la Red lo transformó en extraordinario.
Por supuesto no faltan los escépticos y los críticos, que poniendo en duda el hecho lo han calificado de burdo montaje. Tal vez, pero quiero pensar que el gesto del policía tocara la fibra sensible de alguien que decidiera imitarlo.
La Red, y sobre todo en estas fechas, como en la vida real, viene cargada de acciones solidarias, y si con un solo “tuit” o un “me gusta” se consiguen otro par de botas, esta vez el mundo 2.0 habrá valido la pena.