El déficit extremeño en 2012 ha sido del 0,97% del PIB. El presidente del Gobierno regional, José Antonio Monago, lo ha anunciado como un gran logro, ya que Extremadura, como el resto de comunidades autónomas, estaba obligada a no dejarlo por encima del 1,5%. Sin embargo la oposición no comparte el triunfalismo del jefe del Ejecutivo regional por haberse endeudado menos de lo permitido.

 ¿Por qué cada uno lo ve de diferente manera? ¿El dato de déficit es positivo o negativo? ¿Qué repercusiones tendrá en la economía extremeña?.

 Primero vamos a aclarar brevemente qué es el déficit, que no es lo mismo que la deuda.  El déficit es lo que se gasta de más en un año; la diferencia entre los ingresos y los gastos (no financieros) durante un ejercicio económico. Es como si una familia se ha gastado a lo largo del año más de lo que ha entrado en casa por los salarios que cobra cada miembro de ella. En el caso extremeño, la administración regional gastó de más 166 millones de euros en 2012, que es lo que representa ese 0,97% del Producto Interior Bruto anunciado ayer por Monago. (El desfase en 2011 fue de 808 millones, un 4,6% de déficit). Como ese gasto de más hay que financiarlo de alguna manera, ese dinero pasará a formar parte de la deuda de Extremadura, por lo que ésta se podría definir como la suma de los déficit de varios años. Esa suma ha provocado que la deuda regional esté en los 2.275 millones de euros.

 ¿Por qué se ha cumplido el objetivo de déficit?

 Cuando entra a gobernar Rajoy en 2011, éste decide controlar las endeudadas cuentas públicas que presentan las comunidades autónomas, ya que la suma de todas ellas ha ido incrementando más y más la deuda global de España. Y todo porque a la vez Europa obliga a España a controlar su deuda. ¿Y cómo hace para “meter en cintura” a las economías de las CC.AA.? Exigiendo a los gobiernos autonómicos que gasten menos dinero público.

 Les dijo que tuvieran cuidado con el dinero que saliera de sus arcas regionales (para pagar los servicios que prestan). La cantidad final podría seguir siendo superior a los ingresos(las administraciones recaudan dinero a través de los impuestos), pero esa diferencia no podía suponer más de lo que representa el 1,5% del su PIB (vuelvo a recordar que en 2011 el déficit extremeño fue del 4,6%). Si Extremadura ha tenido un déficit del 0,97% ha cumplido de sobra el objetivo marcado. Para el que no lo cumpliera, Rajoy había previsto sanciones.

 ¿Por qué unos están contentos y otros no tanto?

 Está claro que cumplir con el objetivo es positivo. porque…

• Extremadura prácticamente desecha la posibilidad de que España le exija recortes adicionales a los ya impuestos.
• No será sancionada por no controlar sus cuentas, tal y como recoge la Ley de Estabilidad Presupuestaria  (http://www.boe.es/boe/dias/2012/04/30/pdfs/BOE-A-2012-5730.pdf.
• Porque la cantidad de dinero que pasa a la deuda es mucho menor que la de años anteriores.

 Pero la discrepancia entre el Gobierno y la oposición está en el matiz de haber sido “los primeros de la clase”. Es decir, en haber tenido el déficit más bajo de todas las CC.AA. El objetivo del 1,5% ha sido igual para todas y llegar a él ya ha supuesto hacer el mayor recorte del gasto de la historia (los famosos recortes). Por lo tanto, obtener un 0,97% quiere decir que se ha hecho un ajuste aún mayor al mínimo exigido. Se estima que por cada 1% que Extremadura rebaja el déficit hay un ahorro en el gasto de unos 170 millones de euros. Por lo tanto, Extremadura se ha quedado a un 0,53% por debajo del objetivo marcado (1,5 – 0,97= 0,53%) por lo que podría haber gastado unos 85 millones de euros más. O lo que es lo mismo, si Extremadura hubiera “clavado” el déficit en el 1,5%, el desfase del gasto hubiera alcanzado los 251 millones de euros, 85 más que los 166 millones de desfase reales.

 Para el PSOE e IU, esos 85 millones se podrían haber invertido en quitar impuestos y haber suavizado los recortes en sanidad y educación. Para el Gobierno, tener “las cuentas más saneadas del país”, como ha dicho Monago, supone que Extremadura pase a considerase como una comunidad “solvente”, que obtendrá más ventajas de los bancos y el mercado de la deuda para obtener financiación. Además hablan de un signo muy importante para la recuperación económica.

Pero la realidad es que haber conseguido esta cifra de déficit no va suponer más dinero para gastar este año por dos motivos: porque España ha exigido un nuevo techo de déficit a las CC.AA. más restrictivo aún, del 0,7%, y porque ese dinero que Extremadura no ha gastado al quedarse por muy por debajo del 1,5% no es dinero líquido que se acumule para este año (no existe). Por eso, Monago ha pedido que el Estado premie a las autonomías que mejor cumplan. Debería ser con una compensación en forma de una relajación del déficit para el presente ejercicio. Y es que podría resultar que esos 85 millones “no gastados” por Extremadura compensaran los millones gastados de más por otra comunidad que no cumpliera. Y eso sí que sería injusto.