El gran caballo de batalla de la innovación en Extremadura está en el sector privado. Las empresas no aprovechan todos los recursos financieros para mejorar sus productos, su forma de comercializar y crear departamentos de I+D+I. Un buen síntoma de ello es el 1.231.000 euros que no gastaron las sociedades mercantiles extremeñas en ayudas públicas entre 2012 y 2013 para contratar investigadores.
Según los datos que me aportó el departamento de la Junta de Extremadura encargado de las ayudas públicas a la innovación, en la primera convocatoria de 2012 había un presupuesto de 510.000 euros pero sólo se otorgaron 269.863 euros. Pero en 2013 la cosa fue peor. Se pusieron a disposición de las empresas 1.223.880 euros para financiar contratos a investigadores pero solo se otorgaron 232.767 euros. Echando cuentas salen que entre los dos años se dejaron de gastar 1.231.000 euros.
La jefa de este departamento de la Junta, Mercedes Lozano, me explica que “a este tipo de convocatorias apenas se presentan empresas y siempre ha sobrado dinero”. Y lo peor es que ese dinero no se puede gastar en otras partidas; “se pierde, me dice, y es una pena”. “Se están haciendo bien las cosas desde los centros de investigación en Extremadura pero las empresas no se están acercando a ellos”.
Para este año la convocatoria para la contratación de investigadores tiene un presupuesto de 850.000 euros. Son ayudas que financian un porcentaje del sueldo y de los gastos sociales del investigador.
“El problema es que somos pocos y los pocos que estamos innovando en Extremadura somos pequeños”, me cuenta Juan Zamoro, director de Pulso. Su empresa trabaja en el desarrollo de software y está ubicada en el Parque Científico Empresarial de Badajoz, uno de los centros tecnológicos con los que cuenta la región para apoyar a las empresas de base tecnológica.
En Extremadura, según los últimos datos del INE, cerca de 500 empresas, sólo el 18.6% del total regional, fueron innovadoras entre 2010 y 2012. Ocupamos el tercer puesto por la cola tras La Rioja y Cantabria. La media roza el 26%. Pero además somos los últimos en gasto en innovación con 44.664.000 euros; representando el 0,3 nacional. Sin embargo la Comunidad extremeña ha sido la única en aumentar ese gasto con respecto al año anterior. Esa subida ha sido del 5% mientras que la media nacional ha experimentado una caída del 9%.
¿Cuál es la conclusión? Se destina más dinero que nunca a la innovación pero el sector privado no lo aprovecha. Por ello se ha creado la Oficina de la Innovación por parte de la Junta, para canalizar las ayudas hacia las empresas. Según el vicepresidente de FUDECYT, Víctor Píriz, Europa ha puesto a disposición de las empresas hasta 70 mil millones de euros en el proyecto Horizonte 2020. Es un 40% más que en la anterior convocatoria. “Entonces el presupuesto fue de 30 millones, a España llegaron 4 mil millones y de ellos a Extremadura sólo 4,6 millones, una cantidad ridícula”, apunta Píriz.
A partir de ahora, la estrategia ONE o de estrategia inteligente intentará cambiar este panorama. Se trata de una estrategia ideada por el Ejecutivo regional para aprovechar el dinero que llegará de Europa a Extremadura por seguir siendo Objetivo uno. La mitad de los fondos se dedicarán a la I+D+I. Ahora Extremadura sólo gasta en esta área el 1% de su PIB.