La ampliación de capital de Liberbank, banco al que pertenece Caja de Extremadura, afectará a aquellos clientes que en su día suscribieron deuda subordinada. La mayoría fueron pequeños ahorradores que pensaron que lo que tenían en el banco era un plazo fijo, cuando lo que realmente firmaron fue un producto de alto riesgo. Tras la reestructuración bancaria a esos clientes sólo les quedó elegir entre dos opciones: o denunciar o convertir su deuda subordinada en acciones de Liberbank. Los que optaron por ésta última opción recibieron o todo en acciones o una fórmula mixta: el 20 por ciento de lo que invirtieron como acciones y el resto en CoCos; es decir, bonos a cambio de un interés que se convierten en acciones cuando le interese al banco. Son un producto de tanto riesgo que si el banco llegara a quebrar los titulares de este producto serían los últimos en cobrar.
¿Qué pasa ahora con esos pequeños ahorradores?
Según fuentes de Liberbank, como tras la salida a bolsa del año pasado el valor de las acciones han subido como la espuma (revalorizándose más de un 100%) y como también la entidad está pagando un 7% de interés anual por los Cocos, el mensaje es que aquellos pequeños ahorradores en estos momentos ya han rescatado su dinero e incluso algunos están teniendo beneficios. Una situación financiera que mejorará incluso cuando, una vez que termine la ampliación de capital, Liberbank pueda repartir dividendos.
La visión de las asociaciones de usuarios de banca es distinta. Desde ADICAE recuerdan que los pequeños ahorradores sólo quieren el dinero que invirtieron. No quieren especular con él y “hasta estarían dispuestos a renunciar a los intereses si hoy les dicen que les devuelven todo lo que en su día desemblosaron”, ha dicho Carlos Arjona, presidente de ADICAE en Extremadura. Arjona recuerda que su asociación ha ganado medio centenar de pleitos sobre subordinadas en los juzgados; todos los casos que han presentado.