Una de las consecuencias directas del cierre de Siderúrgica Balboa en Jerez de los Caballeros sería la pérdida de los 75 millones de euros anuales en concepto de impuestos que paga esta empresa, según los datos que me ha aportado su propietario, el Grupo Gallardo. Es sólo un ejemplo del impacto económico que tendría el cese de la actividad de esta planta de acero para la economía extremeña. Y es que estamos hablando de una de las “patas” sobre las que se sustenta el tejido empresarial extremeño. Una empresa que pertenece a un grupo empresarial que prácticamente monopoliza el sector metalúrgico en la región y que supone el 14 por ciento del PIB regional; el tercer sector más importante en Extremadura tras el energético y el agroalimentario.
Sin duda el empleo sería el primer afectado en el caso de cierre. Alrededor del medio millar de trabajadores se iría a la calle, pasando a engrosar las listas del paro.
Por otro lado están las exportaciones. El volumen de ventas al exterior de Siderúrgica Balboa se ha incrementado en los últimos dos años entre un 25% y un 30%. La falta de clientes dentro de España ha obligado a la empresa a buscar clientes fuera, sobre todo de países de Sudamérica y Sudáfrica. En estos momentos exporta el 70 por ciento de una producción que en lo que llevamos de año llega a las 460 mil toneladas. Esto quiere decir, si tenemos en cuenta que entre enero y agosto Extremadura ha exportado 1.136.000 toneladas, que 3 de cada 10 toneladas que salen de la región a mercados extranjeros son acero de Jerez de los Caballeros.
En cuanto a la producción, como he apuntado antes, lleva fabricadas 460 mil toneladas en lo que llevamos de año, un 11% de toda la producción industrial extremeña. Es una producción un 60% inferior al de hace dos años, cuando alcanzó las 750 mil toneladas.
“Sería un mazazo para la economía si Gallardo hubiera cerrado la siderúrgica”, me cuenta Andrés Barceló, presidente de Unesid, la asociación que aglutina a las empresas siderúrgicas españolas. Comenta que el gran problema del cese de actividad de una planta como la de Jerez es que es casi imposible ponerla de nuevo en marcha. “Somos unos grandes usuarios logísticos de todo tipo de transporte, somos unos grandes consumidores eléctricos, ahora mismo somos unos grandes exportadores con el 5% del total nacional…si se cierra, todo eso se pierde siendo muy difícil su recuperación”, añade.
El presidente de Unesid reconoce que el sector siderúrgico saldrá de la crisis “más tarde de lo esperado”. La producción sigue descendiendo mes a mes. En los llamados “productos largos”, que son los que precisamente genera Siderúrgica Balboa, el año pasado bajó la producción un 25% y en este ejercicio se acumulan descensos del 18%. Además, a todo esto se une que están soportando los precios de la energía más caros de Europa.