Anoche cuando me enteré de la noticia de que un joven de 17 años le había dado un puñetazo al presidente del Gobierno me invadió un sentimiento de tristeza y de desesperanza.
Pero no quiero quedarme triste y desesperanzado porque situaciones tan reprobables como esta nos tienen que servir a los padres y madres para darnos cuenta de que tenemos mucho trabajo que seguir haciendo educando a nuestros hijos.
No, no se pega. Las bofetadas, los puñetazos, las patadas no educan.
Justificar bofetadas, puñetazos y patadas, no educa.
Desear para otros bofetadas, puñetazos y patadas, no educa.
El presidente del Gobierno es “todas las mujeres de España” y a las mujeres no se les pega.
El presidente del Gobierno es “todos los niños de España” y a los niños no se les pega para educarlos.
El presidente del Gobierno representa “todas las ideas y creencias” de España y las ideas no se combaten con bofetadas, puñetazos y patadas. Se combaten con ideas.
Respetar ya lo hemos dicho en este blog muchas veces es un verbo que se conjuga en primera persona del presente de indicativo: YO respeto.
Hagamos de este día triste, de este hecho reprobable, una oportunidad para enseñar a nuestros hijos que las bofetadas, los puñetazos y las patadas no educan, no edifican, no hacen mejores personas.
A seguir educando. Y te recuerdo que los padres somos un modelo de educación para nuestros hijos. Tener ideas, ideologías, creencias opiniones, está genial pero más genial es enseñar a respetar las de los demás y practicar las tuyas.
Eduquemos, sigamos educando, para que esta bofetada no sea una bofetada inútil, triste, desesperanzadora.