Estos días es noticia la aparición de una prueba que, por 200 euros, determina si los hijos tienen el mismo ADN que el padre y la puedes hacer en tu casa.
Yo te ofrezco una prueba de paternidad gratis y cien por cien fiable:
Mira a tu hijo.
¿Recuerdas que cuando te enteraste que ibas a ser padre sellaste esa noticia con una lágrima, de esas lágrimas densas, tan inmensas que no hay océano que las pueda contener y regaron tu mejilla?
¿Recuerdas que cuando lo viste por primera vez te sentiste bueno y quisiste ser bueno para él?
¿Cuántas noches, como un farero, has vigilado sus sueños a los pies de su cama, espantando sus temores, mientras tu presencia calmaba cualquier miedo?
¿Recuerdas cómo te fascinaron sus primeras sonrisas, sus primeros pasos, sus primeras palabras?
¿Te acuerdas cuando dijo “papá” por primera vez? Y ¿con qué alegría corría hasta tus brazos?
Y lo has visto crecer, lo estás viendo crecer y lo quieres con locura. Aunque también te asusta, te irrita, te desespera.
Los hijos se hacen día a día, codo a codo, rozando tu vida con la suya. Un espermatozoide y un óvulo pueden forjar una vida, pero para que esa vida se convierta en un hijo, en una hija hacen falta corazones, corazones empeñados en la tarea de educar.
Ser padre es mucho más inmenso que engendrar hijos. Eso de los coitos lo hace cualquiera; educar a un hijo y quererlo, eso solo lo hacen los hombres y las mujeres de verdad.
Mira a tu hijo.
Ya tienes el resultado de la prueba de paternidad, eres PADRE con una certeza del 100%