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Carlos Pajuelo

Escuela de Padres

El roce hace el cariño, pero también llagas. (conviviendo en tiempos de confinamiento)

En estos días han contactado madres, y algún padre, conmigo para pedirme orientación sobre cómo no perder el control con sus hijos en estos tiempos de confinamiento. Ojalá yo tuviera la capacidad de trasmitir cómo hacerlo para cuando las criaturas llevan un buen rato con los: “me aburro”, “quiero esto”, “ahora quiero lo otro”, “ahora ni esto ni lo otro”, “que hay para comer?”, “que asco”,  “no es justo”, “dame la tablet”, “que me des la tablet”,” a mi hermano siempre le das la tablet  y  a mi no”, etc…  en ese momento justo en el que se está ingurgitando la yugular y en tu cabeza se está forjando la imagen, con cierto regodeo,  de “como me vuelva a decir mamá quiero, le aviento una ….. que  lo dejo sin cabeza”.

las voces no educan. (Foto:ABC.es)

Llevamos 30 días confinados, haciendo piña en familia, buscando maneras de entretener y agradar a todos, a base de mil actividades diferentes, que si experimentos, que si cocina, que si parchises, que si retando a las mamás y papás de los compañeros de clase de nuestros hijos, con unos retos que van a terminar  “escuajeringando” a algún padre y madre, pero también nos está poniendo este confinamiento un tanto irascibles, a papás y mamás y a nuestras criaturas.

El roce hace el cariño, pero también hace llagas.

El confinamiento nos está afectando, y es normal, nos preocupa el presente y nos asusta el futuro, por lo tanto estamos más “sensibles” y nuestra capacidad de aguante se ve mermada y como no sabemos cuánto tiempo tendremos que seguir así, algo tendremos que hacer para no perder el control.

En tiempos difíciles los menores son aún mas vulnerables y más esfuerzo tenemos que hacer para proteger su salud, su salud física pero también su salud mental.

Practicar el buen trato es la mejor manera de ayudarnos a controlarnos.

El buen trato se enseña y se practica en casa, si. El buen trato en  la familia consiste en las diferentes manifestaciones de cariño, cuidado, apoyo, en los buenos ejemplos que reciben nuestros hijos e hijas por parte de toda la familia; en querer y sentirse querido, en sentirse querido, queriendo.

Cómo se enseña el buen trato en familia:

Mediante el cariño, ese amor que se viste de te quieros, dichos con convicción, con seguridad, en cualquier momento. Ese cariño que dice muchas veces:¡vamos!, te apoyo, vamos a intentarlo otra vez, no te desanimes, sigue, confía en ti. Haced que vuestros hijos se sientan queridos incondicionalmente. ¿Incondicionalmente? Pues claro, porque a los hijos les mostramos nuestro afecto y cariño siempre, hasta cuando se equivocan… y cuando se equivocan pues los queremos y justo por eso porque los queremos, porque nos importan les aplicamos consecuencias.

Buscando momentos para escuchar a los hijos. Muchas veces tenemos la sensación de que no hablamos lo suficiente con nuestros hijos pero es que hay que priorizar buscar momentos y un espacio para hacerlo, no es cuestión de cantidad sino de calidad. Hablemos los padres de cómo nos va, de cómo nos sentimos y así enseñaremos a nuestros hijos cómo se hace eso de hablar en familia.

Cuando se habla con los hijos hay muchas posibilidades de tener conflictos. Los conflictos educando a los hijos son numerosos e inevitables porque no vivimos en los mundos de Yupi, pero el buen trato en familia consiste en utilizar un lenguaje, en el fondo y en la forma, impregnado por el cariño. Las voces no educan, no hacen que los hijos obedezcanestudienrecojan, las voces alteran al que las da y molestan al que las recibe. El buen trato no se lleva bien con las críticas y reproches continuos. Podemos y debemos estar serios los padres en algunos momentos por el comportamiento de nuestros hijos pero no descontrolados.

Los padres que dan buen trato no tienen miedo de poner límites y normas que ayuden a los hijos a organizar su comportamiento. Y además, cuando los hijos incumplen esos límites reciben las consecuencias. Las normas no les gustan a nuestros hijos porque les incomodan pero a los padres nos dan la seguridad de que estamos haciendo lo que tenemos que hacer. Y a los hijos les ayuda, por un lado a regular su comportamiento y, por otro, a aprender que sus comportamientos tienen consecuencias.

Educar en el buen trato nos ayuda a enseñar a nuestros hijos a tener empatía, a cuidar, a proteger, a respetar a los que nos rodean y a ellos mismos.

Te cuido, me cuidas, nos cuidamos ¡Vamos a cuidarnos! y vamos a hacerlo en estos días de confinamiento con más ímpetu.

Ánimo a todas las familias y seguimos con la tarea.

La tarea de ejercer de padres

Sobre el autor

Carlos Pajuelo Morán, psicólogo y padre de dos hijos, ejerce su tarea de Orientador en el Equipo Psicopedagógico de Atención Temprana de la Consejería de Educación y Empleo. Durante 21 años ha sido profesor asociado en la Facultad de Educación de la Universidad de Extremadura. En este blog los padres y madres interesados por los temas de la educación encontrarán información fácil y accesible, basada en aportaciones de la psicología y la psicopedagogía, que les ayude a identificar las competencias y habilidades que como padres poseen y a utilizarlas de la manera más eficaz para poder seguir ejerciendo esta apasionante, aunque a veces ingrata, tarea de ser padres.


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