Abraza a tus hijos, abrázalos sin miedo, abrázalos con ganas y mientras los abrazas no te preocupes si te faltan las palabras, no reprimas las lágrimas si se asoman a tus ojos. Calla y abraza. Abraza y deja que los abrazos sean maestros que enseñen lo que no se aprende con palabras. Abrazos reales, abrazos imaginarios. Abrazos pasados, abrazos presentes y abrazos futuros.
Abraza y no temas saberte una madre o un padre imperfecto, no te asuste esa realidad porque los abrazos nos enseñan que aunque nos equivocamos muchas veces mientras educamos, que aunque el miedo nos ciega y nos atenaza, el abrazo nos recuerda la importancia del ejemplo cotidiano, con sus aciertos y sus errores, de lo que sembramos cada día.
Abraza y transmite la seguridad del presente la confianza para afrontar el futuro incierto. Abraza y enseña que solo podemos actuar, hacer, sentir, en el presente. Abraza intentando liberarte del resentimiento, sin culpas ni culpables, el abrazo no es desesperado, el abrazo es generoso.
Abraza porque tus abrazos dan forma a todo aquello que sientes. Los abrazos no pueden mentir porque tienen ojos, y nos señalan la alegría del encuentro, la tristeza de lo perdido. Abraza y deja que tu abrazo exprese lo que por no desanudar se te hace ovillo.
Abraza porque los abrazos son lo que eres, lo que has vivido. Los abrazos están llenos de todos los abrazos que recibiste, cuando tú abrazas compartes los abrazos que te dieron.
Abraza en presente o en imaginario.
Abraza generosamente, el abrazo educa.
Abraza para llenarte de abrazos para cuando eches de menos a tus hijos. Abraza porque el abrazo es vida, abraza para seguir viviendo.
Todo lo que enseñan los abrazos solo lo aprendes en abrazos.
Este mes de Diciembre cumple 8 años el Blog Escuela de Padres, 8 años abrazando. 8 años de aciertos y errores. 8 años de vida. Gracias a todas las familias que me estáis siguiendo, para todos vosotros mi mejor abrazo.