Está prohibido ir a mas de 120, de 90, de 50 o de 30  kilómetros por hora por determinadas vías, pero si vas más rápido no pasa nada. Está prohibido vender alcohol a menores, pero eso no impide que nuestros hijos e hijas menores puedan beber. Está prohibido aparcar en doble fila, pero si es un momentito creemos que se puede. Está prohibido cruzar un semáforo en rojo, pero si no pasa nadie se puede. Ante la tentación de prohibir los móviles a los menores yo os propongo educar a los menores en el buen uso de los móviles.

Para educar un niño hace falta toda la tribu, pero no puedes esperar a que la tribu se movilice: actúa.

Hay una realidad: el mal uso de los dispositivos móviles está generando problemas de convivencia, de acoso, acceso a la pornografía, robando horas de sueño, apuestas online, etc., en nuestros hijos menores.  Y algo tenemos que hacer, padres y madres, ante esta situación porque es nuestra responsabilidad: Educar.

No, esto no lo va a solucionar ninguna ley,  ningún gobierno, aunque debíamos de esperar que la Administración tomara cartas en el asunto, sobre todo en lo que hace referencia a la facilidad con la que se accede a pornografía, páginas de juego online, etc., pero aún legislando en este ámbito, no nos va a resolver el problema que tenemos en nuestras casas.

Te deberías hacer dos preguntas, la primera , ¿Tú sabes, de verdad, los riesgos a los que conlleva para tus hijos el mal uso de los teléfonos móviles? y luego ¿Tú como padre o madre a qué edad crees que debe de tener tu hijo teléfono? Y con la respuesta a estas dos preguntas actúa. Porque esta situación la tienes que resolver en tu casa. Si, tú en tu casa. Tienes una responsabilidad como madre, como padre y es la de actuar, sin excusas del tipo “es que todos los amigos lo tienen”, etc. Educamos a nuestros hijos porque los amamos, no mires para otro lado y actúa.

¿Cómo?

En tu casa tú  decides a qué edad debe tener tu hijo un teléfono móvil. Y antes de esa edad solo tienes que decir NO. Y ya sabes, no esperes escuchar a tu criatura diciendo ole y ole mis padres que me educan, te van a montar un buen pollo. Prepárate para ello. En el grupo de whatsapp del colegio, además de preguntar si alguien ha visto una sudadera azul, coméntale a los otros padres que tu hijo no va a tener móvil, así, si otro niño dice “todos los de mi clase tienen ya móvil” tu le puedas decir: No, fulanito no tiene móvil (y ya sois dos, y la ola comienza a generarse).

Los hijos menores, si tienen teléfono móvil, deberían saber con claridad que el teléfono ese no es de su propiedad, el teléfono móvil de un menor lo controla y es propiedad de los padres que se lo van dejando utilizar de manera progresiva en determinados momentos y para determinados usos en función de cómo es cada hijo o cada hija. Control respecto al tiempo y a los momentos, y te recuerdo que por las noches todos los móviles deben estar bajo tu control y así  evitar que los hijos se queden hasta las tantas enredando. La falta de sueño influye en el rendimiento académico.

Los padres deben ser un ejemplo de como utilizarlo ( y esto significa que no puedes tu estar con el móvil todo el día en la mano, y esto lo escribe uno que tiene ahora mismo el móvil en la mano). No debemos predicar y no dar trigo. Así que ponte las pilas.

Si en el colegio o instituto está prohibido el uso de los móviles, tienes que encargarte de que no se lleve teléfono al centro, esa es una manera de implicarte. En los centros hay teléfono y si tienen que avisarte de algo ya lo harán desde allí. Si en instituto o colegio no está prohibido llevarlo, pero si tenerlo activado en clase, recuérdale que a la primera vez que le llamen la atención tendrá consecuencias, y aplícalas.  Dicho esto, creo que los centros educativos son un estupendo espacio donde aprender a hacer un buen uso de los móviles.

Esto de educar es muy cansino lo sé, pero es la tarea que tienes entre manos.

Si cada padre y madre en su casa ponen límites, enseñan como hacer un buen uso del móvil, cada día habrá más padres y madres poniendo límites y educando.

Así que, como padre o como madre, no esperes a que la ola que regule el uso de los móviles te alcance, sé tú y tu casa parte de la ola.