Los recientes datos del Padrón de Españoles Residentes en el Exterior (PERE), publicados por el Instituto Nacional de Estadística, indican que el número de extremeños en el extranjero sigue subiendo. Pero también se aprecia que el ritmo de subida se está frenando.
En concreto, a 1 de enero de 2018 había 31.220 personas con nacionalidad española residentes en otros países e inscritos a efectos electorales en Extremadura. Es la cifra más alta desde que comenzó a elaborarse esta estadística en 2009. Si se compara con un año antes, se ha producido un aumento de 566 personas, un 1,85%. Ahora bien, es la menor subida de los últimos cuatro años y supone casi la mitad que el aumento producido a lo largo de 2014.
Hay que señalar que este incremento de 566 personas no quiere decir que a lo largo del año pasado emigraran 566 extremeños. En realidad, se produjeron 1.304 nuevas inscripciones de españoles residentes en el extranjero, aunque se desconoce la motivación (emigración, adquisición de nacionalidad, retorno de nacionalizados o nacimientos de hijos de españoles). Pero también se produjeron 738 bajas (por retorno, fallecimiento o pérdida de la nacionalidad), de ahí que el saldo sea esa subida de 566 personas. La estadística no contabiliza a quienes se marchan o regresan sin declarar esos movimientos en las embajadas y consulados de España.
Entrando en los detalles, se ve que quienes siguen impulsando casi todo ese crecimiento no son españoles de origen, sino personas que tienen la nacionalidad española sin haber nacido en España. Es el caso de los hijos de los españoles que residen en el extranjero o el de aquellos inmigrantes que, tras adquirirar la nacionalidad española, regresan a sus países de origen. O también, sobre todo en años anteriores, el de descendientes de españoles a los que se les ha concedido la nacionalidad en virtud de la Ley de Memoria Histórica. Si el número total de extremeños en el extranjero ha subido en 566 personas, la cifra de esos extremeños no nacidos en España ha aumentado en 492 personas, mientras que la de los españoles de origen tan sólo lo ha hecho en 81.
No es un hecho esporádico, sino que responde a una tendencia más o menos constante que se viene produciendo desde el inicio de esta estadística.
Los datos del INE revelan, además, que el número de ciudadanos españoles realmente nacidos en Extremadura y residentes en el extranjero -al margen de si están inscritas aquí o en otra comunidad- se ha situado en 16.709. Son tan sólo 72 más que el año anterior, un 0,43%. Es decir, un ritmo de subida muy bajo.
La edad media de los extremeños que viven en otros países es de 46 años. El tramo entre los 50 y los 59 años es el más numeroso, con un 15% del total. Una cuarta parte de esos extremeños tiene entre 20 y 40 años y otra cuarta parte está en edad de jubilación.
Como país de destino destaca con claridad Francia, donde reside una cuarta parte de los extremeños en el extranjero. A principios de este año residían allí 8.291 extremeños, el 26,56% del total de los españoles inscritos en la región. Por detrás están Alemania, con 5.286 (16,93%), y Argentina, con 3.752 (12,02%). Estos tres países reúnen a más de la mitad de los extremeños que hay fuera de España. Si se cuentan los diez primeros países (junto a los tres mencionados están Suiza, Brasil, Reino Unido, Bélgica, Estados Unidos, México y Portugal), se abarca casi el 83% del total. Es curioso que en Portugal, pese a su proximidad (o, tal vez, a causa de ella), tan sólo hay 704 extremeños residentes.
Entre esos principales países, el que más está viendo crecer la cifra de extremeños residentes es el Reino Unido, uno de los destinos más atractivos para la emigración actual de los jóvenes, que en el último año ha ganado 113 extremeños, un 10,59%. En tan sólo cinco años, la población de extremeños residentes en este país ha crecido un 68,3%.
Otros destinos europeos que más extremeños sumaron el año pasado son Suecia (10,42%) e Irlanda (14,12%), aunque apenas rondan el centenar de residentes totales. En el último lustro casi se ha duplicado la cifra de extremeños en Irlanda (90,2%) y Austria (98,1%) y también ha crecido muy notablemente en Noruega (76,5%), Suecia (63,1%), Dinamarca (46,7%) o Italia (41,3%).
En América destacan Ecuador y Bolivia, países en los que el número de extremeños ha crecido un 20,16% y un 10,87%, respectivamente, sobre todo por aquellos que no han nacido en Extremadura. Se deduce, por tanto, que en estos casos tiene mucho que ver el retorno a sus países de origen por parte de inmigrantes que han conseguido la nacionalidad española. De hecho, la población extremeña en Ecuador se ha triplicado en los últimos cinco años.
Por el oriente, el caso más llamativo es el de los Emiratos Árabes Unidos. Aunque la presencia de extremeños es relativamente escasa (50), el año pasado subió un 21,95% y acumula un 212,5% en el último lustro.
En el siguiente mapa interactivo se puede consultar el detalle por países: