La primera ola de calor de este verano ha llegado acompañada de otra ola, en este caso demoscópica: el barómetro del CIS de julio. Como es habitual por estas fechas, conocemos otra de sus encuestas con intención de voto, que sirve para otear el panorama antes de las vacaciones políticas. Pero en esta ocasión el barómetro, el primero de este tipo desde que Pedro Sánchez preside el Gobierno, trae bastantes datos importantes.
El primero de ellos es la estimación de voto, según la cual el PSOE se dispara casi ocho puntos y ganaría ahora las elecciones generales con el 29,9% de los votos. Tendría una ventaja de cerca de diez puntos sobre el PP, que se quedaría en el 20,4%, el mismo porcentaje que Ciudadanos, mientras que Unidos Podemos bajaría al 15,6%, uno de sus peores resultados.
La subida de los socialistas se veía venir, porque todos los sondeos publicados en las últimas semanas colocaban al PSOE en primera posición, pero el pronóstico del CIS supera a todos los demás. Sorprende, puesto que el barómetro de abril de este organismo público se mostró bastante más moderado con el crecimiento que vivía Ciudadanos hace apenas tres meses. De ahí que algunos partidos aseguren ver en este sondeo la mano del nuevo presidente del CIS, el sociólogo José Félix Tezanos, hasta hace poco secretario de Estudios y Programas del PSOE.
Más allá de si el CIS se ha pasado con la ‘cocina’ –el procedimiento por el que las intenciones y simpatías de voto declaradas por los ciudadanos se transforman en estimaciones de voto en unas supuestas elecciones–, no hay que perder de vista que el trabajo de campo de este barómetro se realizó a principios de julio. Entonces Sánchez y su equipo llevaban apenas un mes en el Gobierno y el PP se hallaba en medio de unas inéditas e inciertas primarias, mientras Ciudadanos y Podemos seguían buscando sitio en el nuevo tablero de juego. Además, en los últimos años se ha consolidado en España una volatilidad de voto que la partida puede volver a cambiar en poco tiempo.
Acercando la lupa, este barómetro deja algunos datos muy interesantes para el análisis. Por ejemplo, se ve que el PP retiene cada vez a un menor porcentaje de su electorado de las últimas generales: sólo el 58,5% de quienes les apoyaron entonces volvería a hacerlo ahora (en abril, con Rajoy todavía en el Gobierno, era el 63,2%). Un 21,5% optaría ahora por Ciudadanos y un 10,6% se abstendría. En cambio, el PSOE se beneficia por un lado de una reactivación de sus votantes: la retención de voto sube al 84,4%, gracias sobre todo a que quienes pensaban irse a la abstención se han reducido al 5,2%, menos de la mitad que en abril. Y, por otro, atraería a un 8% de los votantes de Ciudadanos, a un 3,9% del PP y al menos a un 14% de los de Unidos Podemos y sus confluencias.
Desde el punto de vista ideológico, los socialistas recuperan espacio frente a Podemos o Ciudadanos entre quienes se ubican en el centro-izquierda. Y se imponen ahora en intención de voto y simpatía en todas las franjas de edad superiores a los 25 años, incluso entre los mayores de 65, quienes venían confiando mayoritariamente en el PP.
El buen momento del PSOE se refleja también a la valoración de su líder. Pedro Sánchez ha alcanzado en este sondeo la puntuación media más alta desde que sale en los barómetros del CIS. Justo lo contrario le ocurre a Albert Rivera, que obtiene su valoración más baja de la serie histórica. Mariano Rajoy, recién salido del Gobierno, mejor algo su valoración, pero sin llegar al nivel de alcanzó las tras últimas elecciones. Y Pablo Iglesias también recupera puntuación, seguramente por su papel en la moción de censura, pero tampoco llega a las cifras de hace un par de años.
Para saber si la recuperación del PSOE es un efecto pasajero o no habrá que esperar al barómetro de octubre, una vez superado el periodo de gracia de los primeros cien días de gobierno y el rodaje del nuevo liderazgo de Pablo Casado en el PP y se sepa si habrá presupuestos para el próximo año. Queda menos de un año para las europeas, autonómicas y municipales y la tensión electoral va en aumento.