La semana pasada se conoció que la exposición ‘El legado de la Casa de Alba’, que se inauguró hace unos meses en el Palacio de Cibeles de Madrid va a prorrogar durante un mes más y que incorpora una nueva pieza: el último testamento del rey Fernando el Católico. La figura del rey, esposo de la reina Isabel de Castilla, se puede decir que está ahora en un primer plano de actualidad gracias a la serie que emite TVE titulada ‘Isabel’, y donde el actor Rodolfo Sancho es el encargado de darle vida. Pero si el rey está de moda, la exposición de los Alba va a poner también en el punto de mira a una pequeña localidad extremeña: Madrigalejo.
Y es que fue en esa población donde el rey Católico firmó su último testamento en 1516 poco antes de morir. El rey se disponía a asistir al capítulo de las órdenes de Calatrava y Alcántara que iban a tener lugar en el Monasterio de Guadalupe. Al sentirse indispuesto la comitiva real hizo una parada en Madrigalejo alojándose en la Casa de Santa María. Fue allí donde redactó su último testamento donde deja todas sus posesiones a su hija Juana, y en el puesto que ella debía asumir el gobierno y las regencias de los reinos de Castilla y Aragón, a su nieto Carlos de Gante, el futuro Carlos I.También dispone los bienes que deja a sus sirvientes, a su hijo natural Alfonso de Aragón y a su esposa Germana de Foix.
El documento, la nueva estrella invitada de la exposición de la Casa de Alba, tiene una especial significación histórica ya que en él declara como heredera de todos sus dominios aragoneses a hija doña Juana I y sucesora del reinado. Sería , en su locura, sustituida por su hijo, y nieto de don Fernando, el príncipe don Carlos, “para que en nombre de la dicha Serenísima Reyna, su madre, los gobierne, conserve, rija y administre”, tal y como recoge la pieza que se puede ver en la exposición de Madrid.
El testamento redactado en la pequeña localidad cacereña de Madrigalejo hizo pasar a esta a la historia. Situada al sur de la provincia de Cáceres es la única que pertenece a la comarca de Badajoz de las Vegas Altas, si bien históricamente ha pertenecido a la Tierra de Trujillo y sus tierras han estado muy vinculadas al Monasterio de Guadalupe. De hecho la casa donde se alojó el rey pertenecía a los monjes guadalupenses y en la actualidad ha sido recuperada y declarada Bien de Interés Cultural.
Pero si la figura de Fernando el Católico y su testamento pusieron a Madrigalejo en el mapa, otro personaje de actualidad, el director de cine Pedro Almodóvar, que acaba de estrenar Los amantes pasajeros, también está vinculado a esta pequeña población de 1.800 habitantes. Como recogió La Lupa hace unas semanas el manchego se trasladó desde Calzada de Calatrava a Extremadura para vivir primero en Orellana la Vieja y luego en Madrigalejo. Fue este segundo pueblo cuando tenía 10 años cuando iba de la mano de su hermano Agustín al cine, como recordaba durante la entrega de un premio en Londres.