Este fin de semana se celebra el día Mundial de las Aves, y como no, desde aquí también lo vamos a festejar, en estos días tan especiales para la avifauna extremeña y mundial me pregunto cómo sería el campo sin estas especies, sin sus alegres sintonías y sin sus bellos vuelos y colores, ¿sería igual?, yo creo que no, ya que hay algunas semillas que necesitan pasar por el estómago de algunas de estas especies para poder germinar, por ejemplo, nos cuenta J.L Pérez Chiscano que en los excrementos del petirrojo se han encontrado semillas de lentisco y majuelo entre otros, su fruto es consumido en un lugar y las semillas son excretadas en otro diferente donde si se dan las condiciones adecuadas germinarán, ayudando de esta forma a su dispersión.
Este post no solo lo voy a dedicar a las aves, sino también a todas esas personas que hacen que en el cielo siga estando habitado por estos entrañables seres, a los centros de recuperación animal de fauna salvajes, que como AMUS hospitalizan a todas las especies que necesitan de atención veterinaria para poder retomar su vida tras un encontronazo con el ser humano o con alguno de sus artilugios. Estos héroes de nuestra fauna más salvajes se merecen un homenaje todos los días de la semana, aunque su mayor gratitud es liberar ese buitre que llegó envenenado, o ver a ese búho que llegó tiroteado volando por nuestros cielos, o a ese mochuelo enganchado en un alambre de espino de vuelta a su olivo.
También merecen mención los miles de voluntarios que recorren estos centros de recuperación ayudando en el cuidado y recuperación de estas especies y en el acondicionamiento de las instalaciones. Tampoco me puedo olvidar de los socios que con su colaboración hacen esto posible, ya que de la administración pública cada vez reciben menos subvención y ellos con su ayuda hacen que todos los animales ingresados puedan comer y medicarse. Otras personas muy importantes son los padrinos y madrinas de los animales que allí ingresan, ya que se hacen cargo del tratamiento de su apadrinado.
En estos centros no solo se recupera al animal herido, sino que en ellos también se dedica un lugar a la educación ambiental y concienciación, también a la investigación y a la recuperación de especies amenazadas. Desde AMUS se ha conseguido que especies como el aguilucho cenizo sea respetado en su nidificación y gracias a su plan de recuperación, ha aumentado esta especie en Extremadura.
Desde este Hospital de Fauna Salvaje se ha formado a muchos veterinarios, biólogos y ambientólogos mediante prácticas y cursos especializados. También se trabaja con niños, que aprenden mucho sobre estas especies, su problemática y como trabajar para su recuperación o al menos para intentar que su vida sea un poco más fácil en este mundo tan humanizado.
Ya saben, si se encuentran algún animal herido llamen a algún centro de recuperación o llévenlo a la Guardia Civil, ellos sabrán qué hacer con él. Además si quieren colaborar con este sueño pónganse en contacto con AMUS (www.amus.org.es).
AMUS (video)