Un total de 4.000 personas, de las que 3.500 son funcionarios y otras 500, opositores están a la espera, desde hace 4 años, de obtener un nuevo destino laboral dentro de la Administración General de la Junta de Extremadura. Y es que desde que se resolvió el último concurso de traslado en 2008 no se ha vuelto a resolver otro.
A fecha de hoy hay pendientes de resolverse dos convocatorias: una es la de puestos singularizados o de estructura, que se convocó en mayo de 2015; y la otra es la de puestos no singularizados o puestos base, convocada en diciembre de 2013, hace casi ya cuatro años. Así, no parece muy razonable que los 3.500 funcionarios que concursaron lleven esperando desde el mes de marzo de 2008, año del último concurso resuelto, para poder mejorar su situación laboral, familiar y personal.
Además, esta paralización afecta gravemente a la convocatoria de oposiciones del cuerpo funcionarial porque los aprobados no podrán incorporarse a su puesto de trabajo al no conocerse las plazas que dejarán vacantes los trabajadores que está concursando.
Tampoco se puede obviar que las bolsas de trabajo se ven afectadas ya que algunas de estas ya están agotadas. Además, los que aprobaron en su día alguna convocatoria de oposición también se encuentran a la espera de que la Junta resuelva este concurso.
Una resolución que debería hacerse de forma urgente porque, según ha denunciado una central sindical, se tiene constancia de que hace más de un mes que la Consejería de Hacienda y Administración Pública ha terminado de valorar los méritos, y todavía no se ha publicado la relación provisional de aspirantes con destino y los puestos adjudicados. Por tanto, no se entiende a que motivos obedece el que la Junta no quiera publicar la resolución tras nueve años sin que se haya convocado ni resuelto ningún concurso.
Por su parte, desde la Junta no parece que vayan a darse mucha prisa en solventarlo según se desprende de las declaraciones de la consejera de Hacienda y Administración Pública, Pilar Blanco-Morales, que habla de la “complejidad” de su tramitación.
Eso sí, la consejera anuncia también que a pesar de que “el concurso de traslados de los funcionarios es complejo se trabaja con todos los medios disponibles para concluirlo con brevedad”.
Según la consejera, se trabaja en este asunto con todos los medios precisos, pero es “una tarea compleja ya que hay que evaluar unas 50.000 solicitudes” y, aún así, el proceso se resolverá “con brevedad”.