Resulta apasionante la vida de Charles Clifford (Wales, 1820, Madrid,1863). Podíamos resumirla indicando que era un avanzado o un moderno de la época.
Su relación con Extremadura es importante. Visita Alcántara, Plasencia, Jarandilla, Yuste, Cuacos y Mérida, resultando junto con Cataluña la zona de España que más refleja en sus fotografías.
En nuestra Comunidad efectuó dos viajes a los que dedicaremos los siguientes posts, y que tuvieron lugar a finales de los años 50 del siglo XIX, fruto de los cuales son quizás las mejores fotografías de Extremadura de este período, además de ser las primeras.
Su técnica es inmejorable. Más aún, considerando que estamos en los primeros pasos de la fotografía. Las primeras muestras las hace en base a negativos de papel, hasta 1852, fecha en la que mayoritariamente trabaja ya con negativos de placa de cristal al colodión y acabados a la albúmina.
Sus trabajos pueden rastrearse en la Biblioteca Nacional, las Reales Academias, la Fraenkel Gallery de San Francisco y el Museo de Victoria y Alberto en Londres. Publicó un Photographic Scramble Through Spain que, además de fotografías, incluye un curioso cuaderno de viaje que veremos más adelante.
Hoy, dejaremos constancia, extraida de prensa de la época, de la primera de sus aficiones, la aerostación, que hace que Clifford sea considerado también el iniciador de la fotografía aérea.