Nestlé es el gigante de la alimentación a nivel mundial pero quizás pocos conozcamos que tiene una importante presencia en Extremadura.
Se ha cumplido hace unos años el centenario de su presencia en España.
En 2005 se celebraban los cien años de la primera implantación en Santander. Pero desde aquella fecha hasta ahora la historia de Nestlé es un poco la de todos nosotros. La compañía y sus productos están presentes en nuestras despensas desde entonces pero también forman parte de nuestro imaginario y memoria colectiva.
Quizás la imagen más evidente de la marca sea La Lechera, en la que una estilizada figura porta un cántaro en la cabeza y otro en la mano. Esta figura de lácteo nos da una pista de cómo empezó todo. Henri Nestlé, (1814, 1890) comercializa desde mitad del siglo XIX en Vevey , una localidad próxima a Lausana, Suiza, diversos productos (vinagre, mostaza, lácteos….) pero tiene la gran fortuna de dar con una “fórmula mágica”, el compuesto de una harina alimenticia, compuesta de leche, harina de trigo y azúcar, debidamente desecada y soluble. Salvó desde su primera comercialización muchas vidas de niños que no hubieran podido nutrirse con la leche materna. En 1873, su “harina lacteada”, que así se rebautizó aquel milagro, vendió medio millón de latas.
Harina lacteada
Bebés sanos. “Certifico que tan excelentes resultados ha dado en la inclusa de Madrid el uso de la farina lacteada del Sr. Nestlé, que puedo asegurar con gran satisfacción haber encontrado en esta sustancia un remedio que evitará en lo sucesivo todo conflicto por falta de nodrizas. Los niños que hasta la fecha han hecho uso de este alimento se han nutrido y han resistido a las causas morbíficas del establecimiento”. Así promocionaba, en el diario La Alianza de Valencia el 18 de noviembre de 1879, el doctor Benavente, director de la inclusa de Madrid y conocido como “el médico de los niños”, la venta de aquella harina.
El desembarco de la compañía en España fue en marzo de 1905, cuando salía de la fábrica de La Penilla, en Cantabria, el primer bote de harina lacteada, “el alimento preferido por los niños”. Cinco años después aparece en esta historia, al fin, una lechera, La Lechera, con su cántaro por sombrero, su cuerpo de hojalata y su interior de leche condensada.
El problema de España en ese momento era un problema de nutrición. Las carencias alimentarias se ponían de manifiesto aún con mayor complicación en las zonas rurales y/o apartadas. La leche fresca aún también era problemática, ya que se estropeaba rápidamente. En el umbral de 1900, la esperanza de vida no llegaba a los 35 años y morían 18 de cada 100 recién nacidos. Con La Lechera se suplieron con ventaja los problemas de almacenamiento de la leche fresca.
Álbum y recortables
Llegamos así a la postguerra, donde de nuevo esta vez la leche condensada marcó otra época. A partir de 1944 otra leche, ésta en polvo, marcaría a toda una generación: la Pelargón. Un lustro después comenzó a escucharse el alegre “tolón, tolón” de una vaca lechera, no una vaca cualquiera, esa que daba “leche condensada, marca La Lechera…”. Y en el año 55 irrumpe un invento que ahorraba el filtro y la cafetera, el Nescafé, cuya fórmula había nacido en 1937.
Otros hitos más modernos de la compañía han sido posteriormente los cubitos Maggi y los helados Camy. También exitosos han sido el Nesquik, Crunch y su entrada en el mundo de los congelados con Findus.
Pero para no olvidarse de que lo suyo había sido la leche y el chocolate, en 1972, la Caja Roja de bombones nacía para todos con un lema: “Porque hoy es hoy”.
Pero hoy también los tiempos han cambiado. Prima la línea. Surgen los desnatados, los bajos en calorías, como Sveltesse (1981) y las aguas minerales. Y la compañía sigue demostrando cintura con adaptación a nuestro modo de vivir actual.
A continuación insertamos el enlace de dos vídeos que muestran las instalaciones que Nestle tiene en Extremadura. Concretamente en Miajadas, con una factoría dedicada al tomate y en Herrera del Duque donde se produce el agua mineral Aquarel: