Es sabido (ver el blog de el cervecero casero extremeño) que la historia de la cerveza, tal y como hoy la conocemos, en Extremadura y quizás en España se remonta a la época de Carlos V un gran aficionado a su consumo.
Esta bebida, seguramente la de mayor difusión en la actualidad, nace prácticamente en la historia a la par que el pan, resultando otra transformación del cereal. Los romanos ya la conocían como camun e incluso era un producto estancado, como también la sal, y por tanto con precio intervenido.
Se produce la cerveza mediante la fermentación alcohólica de los cereales ayudada por la acción de diversas levaduras. Los ingredientes básicos que intervienen en la elaboración de esa bebida son: el agua, los cereales (generalmente cebada o trigo), las levaduras, y (recientemente en su historia) el lúpulo (Humulus lupulus L.).
Por el año 1555, fija su residencia el emperador en el extremeño Monasterio Jerónimo de Yuste ordenando instalar allí en el año 1556 una cervecería. Para tal fin le acompañaron entre otros maestros cerveceros su maestro cervecero personal Enrique Van der Thehen.
Actualmente y recuperando esta parte de nuestra historia, Heineken elabora Legado de Yuste, una cerveza de Abadía española que con ayuda de la documentación guardada por los monjes del Monasterio y la Fundación Cruzcampo “intentan” reproducir la receta de esos maestros cerveceros que Carlos V trajo de Flandes.
Existe un gran vacío histórico entre el siglo XVI y fechas más recientes dónde se conoce la creación de nuevas Cerveceras.
En Badajoz entre 1890 y 1905 producen cerveza Luis Montalbán y Aquilino Portillo. También en Olivenza tenemos otro productor: César Gilardi, en las mismas fechas.
En Llerena en 1930, Julián Rodríguez, inició una producción artesanal que tuvo relación con la marca posterior “La Extremeña”. Aunque se da la fecha de 1955-59 para la producción de esta marca, en algunas fuentes se habla de los años 20 como fecha del inicio de la producción. Hacia 1955 la marca fue integrada en “la Emérita” y se trasladó a Mérida pasando a ser propiedad de la “Cruz del Campo” hasta 1986 cuando extinguió la fábrica.
Precisamente otro guiri fue autor en 1906 del quizás más representado, reconocido y reputado logo de cerveza que se haya mantenido en España. Me refiero a la recreación que del Gambrinus vino a realizar Leonetto Capiello que era entonces el más prestigioso cartelista publicitario del mundo.Suyas son las más impactantes imágenes publicitarias. Traemos como ejemplo la tan conocida imagen de Campari.
Y a él recurrieron los jóvenes empresarios que fundaron la compañía cervecera. Esta figura forma parte del imaginario popular español dada su millonaria difusión.
En esa fecha de 1906 la fábrica de la Cruz del Campo estaba establecida solamente en Sevilla, y llevaba solamente dos años de vida desde su fundación por los jóvenes empresarios Roberto y Tomás Osborne Guezala que acertaron plenamente con el producto y con su publicidad, constituyendo durante más de cien años una de las primeras fábricas de cerveza y malta de España.
Aquí, en Mérida en el año 1959 inició su andadura la factoría de “El Gavilán” que tenía entre otros accionistas a “El Aguila S.A”. En mayo de 1970 “El Águila” compra todas las acciones quedando únicamente su nombre comercial y desapareciendo como tal El Gavilán. La compra de “El Águila” por Heineken marcó el final de la factoría extremeña en 1985.
Actualmente hay una corriente de jóvenes empresarios que han tomado para sí la responsabilidad de reverdecer la fabricación cervecera en Extremadura. Son Cervezas Jara (Vaqueros Beer C.B.)
También Quercus Cerveza Artesana, Sevebrau en Villanueva de la Serena, Cerex en Zarza de Granadilla, que incluso elabora cerveza sin gluten,
Arcadia en Villafranca de los Barros, Xálama (Sierra de Gata), Soto (Barcarrota), Marwan (Badajoz), Blomberg y Barbarroja (Plasencia),
Yria (Torrecilla de los Ángeles) y es de desear que un largo etcétera que nos vuelva a posicionar como lugar puntero en fabricación de buena cerveza.