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Cecilio Venegas

Guiris por Extremadura

El terremoto que vino de Lisboa y acabó en Feria

 

 

Catedral de Lisboa tras el terremoto.

Catedral de Lisboa tras el terremoto.

Es de sobra conocido que el 1 de noviembre de 1755 tuvo lugar entre las 09:30 y las 09:40 horas un terremoto con epicentro en Lisboa que se caracterizó por su gran duración, dividida en varias fases, y por su virulencia, causando la muerte de entre 60.000 y 100.000 personas.

 

 

Epicentro del terremoto

Epicentro del terremoto

A este terremoto debemos la reconstrucción de Lisboa, trazándose prácticamente una nueva ciudad por parte de su reconstructor el Marqués de Pombal.

Marqués de Pombal

Marqués de Pombal

El seísmo fue seguido por un maremoto y un incendio que causaron la destrucción casi total de la capital lusa.

 

 

 

 

Ruinas del Convento del Carmo

Ruinas del Convento del Carmo

El terremoto acentuó las tensiones políticas en Portugal e interrumpió abruptamente las ambiciones coloniales de este país durante el siglo XVIII, pero dejó una ciudad nueva.

Baixa Pombalina

Baixa Pombalina

Plaza del Comercio en el siglo XIX

Plaza del Comercio en el siglo XIX

Pero quizás algunos no sabremos que el terremoto de Lisboa se sintió con gran virulencia en toda Extremadura.

También pudo registrarse en Andalucía y Castilla La Mancha, habiendo dado lugar a diversas crónicas en todos estos territorios.

El cronista oficial de la ciudad de Badajoz, Alberto González, ilustra en su libro Las Poblaciones de la Baja Extremadura una crónica contemporánea proveniente del cura párroco de Feria, precisamente perteneciente a ese mes de noviembre de 1755.

La crónica figura en uno de los libros sacramentales de la parroquia de San Bartolomé de esta localidad, que en virtud de su interés merece ser transcrita en su totalidad. En ella, destaca su extraordinaria vivacidad, ya que recoge en fresco las impresiones del sacerdote, que resultó sorprendido por el terremoto cuando se encontraba celebrando un matrimonio en la Iglesia, y que anotó inmediatamente el suceso en el mismo libro en que se realizaban las inscripciones de los bautizos y enlaces matrimoniales.

Joaquín Sorolla. La reliquia

Joaquín Sorolla. La reliquia

Terremoto. Nota digna de memoria.

 

Día primero de noviembre de este año de 1755 a las diez de la mañana, estando tocando a Misa Mayor se esperimentó un Temblor de Tierra que puso en bastante tribulazión y desconsuelo a todos los vezinos de esta villa, principalmente a las personas que se hallaban en la Yglesia, donde por lo elevado de su fábrica y su sitio fue más formidable es estruendo, llegándose para mayor congoja averse desprendido de las claves de las Bobedas por diferentes partes, cinco piedras de bastante magnitud, con cuya novedad, persuadidos todos de que se desplomaba la yglesia y los sepultaba entre sus ruinas, los más se pusieron en fuga con imponderables clamores. Aviéndose serenado, cantamos el te Deum laudamus y otras preces gratulatorias y la salve a Marías Santísima, después la Misa conventual, con la solemnidad correspondiente, en la que hize una plática exortando al pueblo a penitencias, con algunas reflexiones útiles que me ocrrieron sobre el asumpto.

            A fin de la Misa se experimentó otro temblor, pero lebe y de instantánea duración. Hubieran suzedido muchas desgracias si no es la casualidad (que todos tubimos por misteriosa) de estarse celebrando una Misa en la ocasión en la capilla de Ntra. Sra. Santa Ana, y por ese motibo hallarse toda la gente oyéndola en dicha Capilla y la principal de la Yglesia, y nadie en todo su cuerpo que fue donde cayeron las piedras. No hubo muertes ni heridos, sino es uno mui lebemente en la cabeza. Abortaron dos mujeres, y otras dos se accidentaron. Una de las piedras que se desplomaron cayó sobre el canzel de madera de la Puerta de la Plaza y lo maltrató mucho. Las Bóbedas también lo quedaron, y se muestran algunas aperturas, unas penetrantes y otras superficiales por diferentes partes. Algunas otras piedras de las referidas quedaron movidas, y por el defecto de concatenazión , a juizio de Alarifes, poco seguras.

            La Yglesia no está intratable, pero peligrosa; que a permitirlo las cortas facultades de la fábrica, se hubiera providenciado no reparar. Hízose aquella tarde procesión general de Rosario público de hombres y mugeres, y después nobena del Rosario de ambos sexos, las mugeres por la tarde y los hombres de noche, por las calles.

            El Regidor a mandado por carta extra ordinaria de el Señor Obispo de Cartagena, Gobernador de el Consejo, informe esta villa lo acaecido en este lanze, y si antes o después se obserbaron algunas particularidades; y el concepto que se formó por los ynteligentes sobre la especie y circunstancia de este terremoto.

            Mi sentir es que no precedió señal alguna (al menos no se obserbó) de las que señalan los Philosofos que hai regularmente, ni en las nubes, ni en las aguas, ni en la Atmósphera; su duración fue de siete a ocho minutos. Su especie, Tremoz, por averse notado en los edicicios unas bibraciones aunque formidables y estrepitosas igual y no tan violentas como correspondía a las especies más graves de pulso y ynclinación que señalan los mejores Phísicos (aunque varía en el número de sus especies) a causa de no ser tan vigoroso e intenso el fuego central que lo ocasiona; e ympeler con igualdad lateralmente las cavernas subterráneas que violentamente lo oprimen.

            Los efectos que se han observado fueron hallarse las aguas de fuentes, pozos, y aún Arroyos, lactizinosas por los Azufres que se sublimaron. Algunas fuentes que estaban escasas se mantienen abundantes; otras aparecieron que no se conocían; y algunas conocidas se perdieron, lo que (falta) en estos mobimientos que compactan por una parte las porosidades de la tierra, y por otra las dilantan, desentonando la direzión y escorrentía antigua de las aguas, también se ha notado en su extensión, según notizias, ha sido mucho mayor de la que escribió Séneca tienen regularmente los Terremotos; que no exceden, en su opinión, doscientas millas. En muchos pueblos de España, principalmente Cádiz, Sevilla, Huelva, Coria, ha avido mil trabajos; pero donde mas a descargado la ira de Dios, ha sydo en el Reyno de Portugal, mayormente en la Ciudad de Lisboa, cuyas lástimas no son explicables, ni el número de las personas de todos los estados y clases que han perecido. Qualquiera mobimiento nos sorprende; la destemplanza de los vientos, que ha sido irregular en estos días, especialmente la noche del día diezyocho de este mes,que hizo salir a muchos asustados de sus casas, nos tiene en gran desconsuelo. Su Magestad tenga misericordia de nosotros, y nos conzeda por los ruegos de María Santísima Nuestra Señora, que esta recia voz, Altissimus dedit vocem suam terram tremuit (“Hablo el Altisimo y la tierra se estremeció”), Amén, nos despierte de el profundo sueño de nuestras pasiones, para que lloremos nuestras culpas y hagamos penitencia con que se mitigue el rigor de la divina justicia de tan merecido Terremoto; y nos dé gracia para perseberar con estos santos propósitos, para que viviendo así hasta el fin de nuestra vida, la acabemos en paz y amistad de Dios.

Feria, y Nobiembre, 26 de 1755

Dr. Alvaraez

Presidente del Colegio Farmacéutico de Extremadura, Cecilio Venegas es también un gran coleccionista de ilustraciones, litografías, cromos, y de todo lo efímero. Además es amante de la historia y un curioso al que le gusta saber cómo han mirado a Extremadura todos los viajeros que la han transitado desde la Antigüedad. Este blog recopila qué contaron de nosotros los extranjeros que nos visitaron a lo largo de diferentes épocas.

Sobre el autor

Presidente del Colegio Farmacéutico de Extremadura, Cecilio Venegas es también un gran coleccionista de ilustraciones, litografías, cromos, y de todo lo efímero. Además es amante de la historia y un curioso al que le gusta saber cómo han mirado a Extremadura todos los viajeros que la han transitado desde la Antigüedad. Este blog recopila qué contaron de nosotros los extranjeros que nos visitaron a lo largo de diferentes épocas.


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