La mayoría de las inmobiliarias de la ciudad coinciden en que donde sí afecta directamente la proyección de viviendas protegidas es en el mercado del alquiler. «Esto se nota sobre todo en las parejas jóvenes que quieren irse a vivir juntos. En lugar de pagar una cuota todos los meses de unos 450 euros, prefieren meterse una hipoteca que les supondrá algo más pero que les permitirá tener su propia casa», explica Juani Jiménez, de Inmoverde. «Los alquileres en Badajoz son muy altos y a la mayoría no les merece la pena seguir viviendo así. Podemos decir que alrededor de un 10% de nuestros clientes nos han dejado para solicitar un piso protegido», apunta Jiménez.