Hace algunos años, Martín Labrador, me comentaba algo acerca de un sobrino suyo, que había abandonado el apartamento donde vivía, en vez de recurrir a la familia para que le ayudara. Me dio a entender que la suya era de comerciantes que tenían buenas amistades policiacas, y que si lo hubiera pedido ellos habrían hecho hasta lo imposible para […]