
La decisión del presidente Correa de dar asilo diplomático a Julian Assange por la filtración de Wikileaks de miles de cables dipomáticos y secretos, y de otros más que todavía están represados ante la persecución a que ha sido sometido este periodista, han puesto a Correa en el “ojo del huracán”, pues en torno a esta decisión suya el gobierno británico ha exgrimido una ley que podría usar en caso extremo, y mediante la decisión de un juez de de no reconocer la embajada adonde se encuentra el proscrito como parte de la extraterritorialidad del Ecuador, lo que vulneraría mucho más los acuerdos internacionales donde las legaciones diplomáticas de los países hacen parte de esa inviolabilidad, ya que la policía británica bien podría entrar a este recinto para apresar a Assange y deportarlo ante las autoridades suecas que lo piden por unos posibles delitos sexuales que éste niega haber cometido, y cuando de acuerdo a las noticias que su propia madre ha comunicado a los medios ya en Virginia se está organizando todo un complot donde sus juzgadores precisamente lo juzgarían como un espía que puso en peligro la estabilidad del gobierno norteamericano; sin contar con lo que ya e sabe de otros estados donde salen mal librado con aquellas filtraciones que logró conseguir este hacker, adonde las garras del todo poderoso imperio norteaméricano bien lo podrían llevar a la pena de muerte, si decide pedirlo en extradición cuando los suecos lo estén jusgando sobre posibles delitos, a los cuales el gobierno Sueco solo decidirá cuando esté ya en su país, y el gobierno Británico ya lo tenga detenido bajo su ley.
Bien podría ser que sucediera lo que pasó con Raul Haya de la Torre en el Perú que le tocó vivir 5 años encerrado en la embajada de Colombia en el Perú, donde de acuerdo a los acuerdos llegados en n los países diplomáticos. estas sedes no pueden ser violadas por ningún estado, pero que ya se ha dado en otras partes del mundo, y mucho más cuando el gobierno británico dice que podría apelar a esa ley, por motivos de orden policial, ya que considera que Assange esta huyendo de la justicia por un delito sexual y no político ni de estado.
Y mucho más, cuando ha decidido no darle ningún salvoconducto bajo ninguna circunstancia, poniendo en entredicho los acuerdos del derecho internacional, donde las legaciones hacen parte de la extraterritorialidad de los estados, convirtiéndolo en un simple caso de policía.
Y claro que según parece, está decisión tomada por el gobierno Ecuatoriano está basada ante el fracaso de su intermediación con las autoridades respectivas de Suecia que se negaron a interrogarlo por otras vías mediante los adelantos que ahora tiene la tecnología del Internet u otro medio, máxime cuando todavía no existe un juicio como tal contra él.
Bajo esas condiciones, serán muchos los estados que intervendrán en pro y en contra donde la vida de una persona bien puede estar pendiente de un hilo ante su posible juzgamiento sin el amparo que las leyes le deben darbajo las reglas exigidas en el contexto internacional, pues ya se sabe que de por si se ha convertido en un perseguido poítico por las filtraciones que hizo, y con las otras que bien podrían hacer colapsar el derecho de gentes, tal y como se ha dado en otros contextos y en otros países.
Habrá que esperar, haber qué pasa.