Farrulleros
Mentirosos. Mitomanos. Comediantes. Filibusteros de ciudades, y tantos otros epítetos con los que se puede demostrar que estos personajes se parecen a una de esas pelìculas de Woddy Allen, donde sus apariencia los hace tan cercanos que nadie puede prever que son las peores pocilgas que este mundo ha dado. Gesticulan, hacen hasta lo imposible por ser dobles que incluso sus vicios como humanos los ocultan aparentando virtudes que no tienen porque dentro de si llevan todo lo que menos puede tener un ser humano. Si se encuentra con uno de ellos tenga cuidado. Son peores que los cavernicolas que que nos cuentan los historiadores, que son capaces de hacer rapiña de todo lo que pueda representar un bien tangible o intangible, pues como lobos feroces trataran de quitárselo a como de lugar. Son peligrosos, así les vea sus caritas de yo no fui. Y actúan en grupo.
Apuesto a que alguno de Uds. se los ha encontrado, y los verá tan amigables que incluso ni una leve sospecha podrá levantar ante quien los vea. Pero si están como en el caso que les cuento son engrupidores. Uno publica unos vídeos en You tube y enseguida salen esos sapos de calles a hacer su trabajo.
En la iglesia del Yuldaima un viejito lo mira y de una vez le grita:
-¡Loca!
Lo dice con rabia, a pesar que en el lapso de la publicación del vídeo varias veces mi hacker particular trata de impedir que escriba en la publicación del vídeo. En la 23 con 1a. otro se hace el borracho y como si fuera poco haciéndose el que trastabilla de un manotón le toca la cabeza y se hace el loco.
Así son estos personajes. Es como si fuera la historia que viene contando “El Embrujado” y que el comisario Rincón a través de ésta le está contando la historia de “Pandilla Salvaje” que no tiene nada de secreto, sino que es vox populis por estas calles que también le fueron parecidas a esos ladrones de casas y de vidas.
Es más, estos imaginarios parece que conocieran a toda su familia desde tiempos inmemoriales que incluso en Bogotá le salieron personajes parecidos a sus hermanos mientras aquí parece que los conocieran antiguos amigos que entre broma y broma parece que desde lo alto de esos complots que se hacen contra las personas los coteros de calles, los choferes y todos esos esos habitantes de varios de los sectores por donde anda, sacan a relucir sus artimañas para amenazar disimuladamente.
Es más, según parece ya el comisario Rincón en la historia que le hace contar a “El Embrujado” ya tiene la manera de demostrar que estos imaginarios son de esa ley a donde creyendo cumplir con su deber lo hacen como súbditos de esos que aparentando buenos modales por ser de los mejores son los que en sus libros de derecho penal, Reyes Echandía los tildó como los “falsarios de cuello blanco”.
A estos personajes nadie cree lo que son, además de mitomanos. Se asocian entre ellos. Vigilan las calles convencidos que son de ley como en los tiempos de los filibusteros que en el blog anterior se habló, porque parecen tener poder y el don de amenazar y constreñir sicológicamente.
Tienen a todos sus borrachines ya pendencieros buscando la manera de zaherir y provocar, así como “Al Embrujado” se lo hicieron en la propia casa para matarlo.
Querían quedarse con la casa que si de seguro se asoman por esos lados de “La Casa Embrujada” todos podrían conocer la historia. Hasta los mismos que deberían protegernos de esos personajes Farrulleros.
Además de mentirosos y mitomanos usan esos recursos para quedarse con casas y con bienes ajenos.
Vaya allá y lo sabrá como en la historia del “Lobo Estepario” que tanto recuerda “El Embrujado”:
-¡Aahuuuu!