Es innegable que la plataforma Youtube es algo presente en la vida de todos y cada uno de los jóvenes y no tan jóvenes.
La oportunidad que esta web brinda es algo que no se había visto antes y que pocas otras pueden superar. Las facilidades que da para subir contenido audiovisual son notables, lo que abre un gran abanico de posibilidades para miles de creadores por todo el mundo. Pero no es oro todo lo que reluce y, por tanto, también aquí surgen dilemas. Hasta qué punto es positivo el hecho de abrir la veda para que cualquier persona publique su contenido para un público mundial, sin apenas filtros de calidad.
En Youtube hay infinidad de contenido de alta calidad. Canales que narran historias documentadas audiovisualmente, tutoriales, entretenimiento, blogs de todo tipo (vídeo+blog), deportes, programas de televisión, música, cantautores que buscan su público. Es una plataforma de ensueño. Piénsenlo. Es una manera de compartir contenido audiovisual solamente con tener acceso a internet. Pero no es solo eso. Youtube y sus algoritmos te dan la oportunidad de ofrecerte al mundo con tan solo una cámara y unos sencillos pasos. Es el sueño de todo creador, algo impensable hace unas décadas.
No obstante, como toda plataforma pública, tiene sus inconvenientes, de los que me vengo a hacer eco hoy, porque no son pocos. La expansión mundial de la fama de la plataforma trajo consigo la “mentalidad negocio”. Múltiples plataformas abrieron sus puertas paralelamente con el objetivo de ser los “mecenas” de estos “artistas”. No me malinterpreten. Como he dicho anteriormente, hay muchos canales que crean un contenido de alta calidad y cuyo trabajo debe ser remunerado. El problema llega cuando baja el listón de la calidad exigida y Youtube se convierte en un negocio por completo. A esto se le suma, recordemos, el acceso gratuito y libre que ofrece la plataforma, que conlleva la aparición del llamado “mainstream”. Este término tan enrevesado viene a hacer referencia a lo popular, hablando de popularidad masiva. Por supuesto, aquí es donde, en medio de una sociedad llena de tantas cosas incomprensibles, llegan los “busca fama”. Crean contenido con el único objetivo de conseguir visitas, sin importar lo más mínimo el contenido, usando para esto cualquier tipo de engaño. El más conocido y rechazado por los que siguen la plataforma desde su creación es el “clickbait”. Consiste en añadir contenido en el título del vídeo que no se corresponderá con lo que aparezca en el propio vídeo, haciendo uso de frases inacabadas. Parece un truco inútil y en el que no caería nadie ¿no? El problemaestá en el momento en el que se hace uso del masoquismo y del contenido que genere polémica, ambas cosas presentes en nuestra sociedad a diario.
Aquí no termina la cosa. Hay otra forma de conseguir visitas para tus vídeos. Consiste nada más y nada menos que desarrollar el mencionado “clickbait” hasta el punto en que sea veraz el contenido que anuncia el titular. Puede parecer justo y lógico, pero el problema es lo que contiene el vídeo en si. Llamadas al capitalismo, al materialismo, a la desigualdad entre los géneros, al fomento del odio y a todo aquello que genere polémica. Llegando hasta el punto de ver a niños de 10 años consumiendo vídeos que sostienen la importancia de tener un “buen cuerpo atlético”, comprar masivamente siempre que haya descuentos u otro tipo de vídeos cuyo contenido es beneficioso dudosamente. O, lo que es peor, creando ellos mismos los propios vídeos, como existen varios casos en la comunidad.
Por supuesto, todo este problema no existiría si los consumidores no cayeran en las trampas.
Concienciémonos, por favor. Eduquemos nuestro gusto y nuestro criterio. Eduquemos el de las nuevas generaciones. Seamos inteligentes.