Entrevistadora: ¡Hola, mis jóvenes amigos! ¡Aquí Radio Juventud! Hoy en exclusiva tenemos a una persona muy especial, como ya les comenté hoy tenemos aquí a Jorge Pintado, ingeniero reconocido a nivel mundial por haber desarrollado la impresionante construcción del Barco perdido en Nueva York, una brillante obra de ingeniería admirada por todos los grandes en la capital mundial. No sé si sabrán que es uno de mis mejores amigos. Jorge, aquí te tenemos, ¿qué tal estás?
Jorge: Hola, guapa, muy bien.
Entrevistadora: Bien, hoy te tenemos aquí para hablar de tan prometido tema: El amor a distancia. Te hemos invitado a nuestro programa de radio por la sencilla razón de que a nuestros jóvenes oyentes, les encanta este tema. Tú lo viviste durante muchos años y a día de hoy estás con esa chica, ¿cierto? ¿Cómo conociste a tu actual novia?
Jorge: Pues verás, Esther. Yo estaba en el primer año de carrera; estaba estudiando una Ingeniería en Cáceres y como cualquier adolescente de esa edad, yo quería probar nuevas experiencias, pero bueno, esta me vino de sopetón. (Se ríen) Bueno, pues resulta que hicimos una apuesta entre varios amigos para ver quién sacaba mayor nota en un examen de matemáticas y… yo saqué la peor nota, por supuesto. (Rieron de nuevo). Me retaron a que me hiciera una cuenta en uno de estos programas para encontrar pareja en Internet. Pensé que sería una locura y una absoluta pérdida de tiempo, pero dos semanas después de hacerme esa cuenta, me encontré con Sofía.
Entrevistadora: Una bonita historia, Jorge, y ella ¿había sufrido una situación similar o se había creado esa cuenta para lo que se utiliza verdaderamente?
Jorge: Ella lo hizo para probar, lo típico de adolescentes, ya te digo, queríamos probar experiencias nuevas.
Entrevistadora: Perfecto. Y, ¿cuándo empezaste a saber que aquello era amor del verdadero y no un simple cuento?
Jorge: Siempre existe esa duda, creo que tanto en relaciones a distancia como en relaciones de cara a cara. Pero lo supe en cuanto comencé a hablar con ella. Puede que sea de esas situaciones cursis de la vida, pero sentí algo en cuanto cruzamos algunas palabras. Siempre supe que ella era la chica de mi vida, pero no me di cuenta hasta tiempo después.
Entrevistadora: Eso que me has contado es muy bonito, pero ahora, dinos, ¿cómo se lleva una relación a distancia cuando no conoces a una persona?
Jorge: Bueno, por lo visto hemos llegado a la parte difícil de esta entrevista… (Rieron). Veamos, una relación a distancia es complicada más aún cuando no conoces a la persona físicamente. Quieras o no, cuando tienes una relación y una de esas dos personas se va a vivir a otro sitio, es más fácil que cuando no conoces a esa persona, pero por otra parte también es más complicado. En este tipo de relaciones a distancia, quiero decir, en la que yo viví, estás acostumbrado a esa distancia desde el principio, sabes que no vas a ver a esa persona durante muchísimo tiempo, pero a la vez, las ganas de veros, se van haciendo muchísimo más intensas. Una relación de este tipo es muy difícil.
Entrevistadora: ¿Cómo tienes la certeza de que la otra persona vaya a serte fiel? Puede que aquí salga mi vena celosa, pero yo no me fiaría de una persona que no conozco físicamente.
Jorge: Tienes que recurrir a la fe en este caso, pues no conoces a la persona. Es todo Skype, mensajes de WhatsApp y poco más. Ella era de Sevilla y Cáceres y Sevilla son ciudades lejanas. Yo sabía que no nos íbamos a ver en mucho tiempo; sabíamos que la distancia iba a estar en nuestra relación desde el principio. Entonces, es complicado… yo por esas fechas era un mujeriego… pero con ella, era tan distinto. Pensaba que no podía hacerle daño… me roza la sensibilidad este tema…
Entrevistadora: Comprendo, Jorge. Y bien, ¿cuándo fue la primera vez que os visteis?
Jorge: Fue gracias a una locura por mi parte. Un día, estábamos acabando el curso, a mí solo me faltaban las recuperaciones… y me dije: “Voy a verla” así que me cogí un billete de autobús y me marché para Sevilla… fueron varias horas de viaje y no iría más que un día, pero fui solo para verla, lo necesitaba. Me fui muy temprano por la mañana y cuando llegué allí, ella estaba dormida. Tuve que esperar varias horas y cuando menos me quise dar cuenta, me llamó por teléfono diciéndome que ya iba en dirección a Sevilla, porque en realidad vivía en un pueblo cercano. Y bueno, pasamos el día entre risas y tonterías y por fin fuimos una pareja de verdad, ya teníamos el sostén de habernos visto. Y no podía borrarme su sonrisa de la memoria. Dios… fue increíble, la primera vez que la vi fue maravillosa.
Entrevistadora: He oído que pronto os vais a casar, ¿cuántos años lleváis juntos?
Jorge: Llevamos catorce años juntos, ni más ni menos que catorce años.
Entrevistadora: ¿Qué pasó cuando acabasteis la carrera, que era más o menos lo que os tenía atados a las dos anteriores ciudades que me has comentado: Cáceres y Sevilla?
Jorge: Pues verás, yo acabé la carrera antes que ella, así que no lo pensé dos veces y me fui a Sevilla, me mudé allí. Presenté varios proyectos a algunos ingenieros de mi especialidad que se hallaban allí en la ciudad y tras mucho insistir, me los aceptaron. Ella mientras estaba estudiando Enfermería y claro, tras terminar la carrera ella quería ejercer su profesión. Nos establecimos en Sevilla por algún tiempo, y después yo tuve que mudarme a Nueva York. Estuve sin verla durante al menos ocho años; siempre decíamos que quedaríamos; que ella iría a Nueva York y que yo volvería a España, pero ninguno de los dos cumplió su palabra. Seguíamos hablando y todo volvió a ser WhatsApp y Skype… Por una parte me encontraba bien, pero por otra, no la veía y volvíamos a la situación de adolescentes.
Entrevistadora: ¿Y cuándo comenzasteis una vida en conjunto?
Jorge: Cuando volví de Nueva York. Fue una sorpresa, yo ya había terminado con los proyectos pertinentes y por eso estaba preparando mi mudanza a España; ella no tenía ni idea de que yo había acabado, así que un día le dije que tenía una reunión importante y que no podría hablar con ella en un par de días, pues estaba muy ocupado con el trabajo. Y mientras comencé a preparar todo para marcharme de vuelta a España. Al día siguiente aterricé en Madrid. Y tras varias horas en coche hasta Sevilla, llegué a casa de Sofía. Llamé a la puerta y se quedó completamente asombrada tras verme, nos echamos a llorar y nos abrazamos. Esa fue la primera vez que la vi tras ocho años… y vaya que fueron largos.
Entrevistadora: Es precioso, envidio en parte, vuestra hermosa historia de amor… Tenéis una hija, ¿verdad, Jorge? Esa pequeñita, ¿cuándo nació?
Jorge: Cuando llegué, le conté que me habían trasladado a España tras acabar los proyectos en Nueva York y ella estaba trabajando de forma estable en un hospital de Sevilla, cuidaba de sus padres y a la vez trabajaba. Los dos teníamos la vida que queríamos, entonces decidimos ser padres. Un año después nació nuestra pequeña Leticia. Y ahora estamos felices, Esther, ahora somos felices. Por fin, sin más relaciones a distancia.
Entrevistadora: Me alegro muchísimo, Jorge. Esa ha sido la última pregunta. Espero que te hayas sentido cómodo aquí en nuestro programa “Radio Juventud”. Ha sido un honor tenerte con nosotros. Mil gracias por responder tan sinceramente a estas preguntas y por disipar en cierto modo las dudas de nuestros jóvenes oyentes. Espero que seas feliz con tu pequeña Leticia y con Sofía. Un beso fuerte, amigo.
Jorge: Gracias a vosotros, ha sido un placer.
Espero que les guste esta nueva forma de escritura con forma de diálogo. Siempre es un placer escribir para ustedes y deseo que puedan ver y saber en este escrito un poco más sobre las relaciones a distancia. Gracias por la lectura del artículo. He de decir que esta historia está inspirada en un amigo que de verdad está viviendo este tipo de situación.