La revolución filosófica de Platón fue tan importante que ha construido las bases del pensamiento occidental actual. Sus ideas y pensamientos son influyentes a la hora de la organización del Estado como, por ejemplo, sus reflexiones acerca de la educación, que han sido tan relevantes que se pueden observar detalles en nuestro sistema educativo como el sistema de deudas.
Esto quiere decir, que desde el momento en el que sales del vientre de tu madre y obviamente sin poder decidir nada, comienza un ciclo de “favores” por llamarlo de alguna manera. El Estado te ofrece, perdón, te obliga a cursar una enseñanza pública y gratuita desde que somos niños hasta que llegamos a ser adolescentes. Después de ese momento en el que acabas la enseñanza obligatoria te facilitan las cosas para que puedas cursar grados universitarios, ofreciéndote así una serie de becas para que puedas permitirte el lujo de vivir cómodamente mientras estás estudiando. Pero una vez que el Estado se ha encargado de tu educación, se ha preocupado de tu situación económica y te ha ofrecido la enseñanza de un oficio, comienza la parte en la que tú le debes al Estado toda esa inversión que ha gastado en ti y se lo debes devolver en forma de trabajo. Es lógico pensar en los beneficios que le pueden suponer al Gobierno al escuchar que la enseñanza es gratis y que dan becas para estudiar, sin embargo, al sistema y a la sociedad le interesa que haya médicos, ingenieros, músicos, barrenderos, etc. Ya que cada uno desempeña una función indispensable para el buen funcionamiento de una sociedad. Claramente hay personas que eligen no estudiar por el simple hecho de que no todo el mundo vale para cursar una carrera universitaria, pero todo el mundo en mayor o menor medida está aprendiendo un oficio para poder trabajar. Esa es una cuestión muy polémica porque, si al final de todo lo que estamos haciendo es buscar un oficio y que tanto ser barrendero como ser médico son importantes, no debería de haber carreras con mayor prestigio que otras. Es decir, que alguien que es ingeniero está mejor visto que alguien que es carpintero o soldador cuando los dos están pagando al estado la misma deuda. Y se me remueven las entrañas al escuchar hablar en tono despectivo de carreras o profesiones por el simple hecho de tener una nota de corte baja, como el caso de magisterio, grado que, hasta los propios alumnos la desprestigian. Es bochornoso observar que una de las carreras más importantes en una sociedad que se corresponde con la educación de los futuros adultos que sacarán adelante el país se esté poniendo en manos de maestros y profesores que ni siquiera valoran la función e importancia de su trabajo. Por eso mismo motivo, aparte de establecer un filtro académico el cual es lógico y razonable, también debería de existir un filtro de capacidad que poseen para cursar ese grado. Con esto me refiero que gente que tiene un expediente académico impecable pero después es incapaz de impartir una clase o transmitir unos valores a los niños no deberían de desempeñar esa función.
Ahora bien, ¿Qué pasa con España? ¿Con los jóvenes españoles que se marchan a trabajar al extranjero, pero su formación y su educación ha dependido del Estado español?
Una controversia palpable en el ambiente de España es la situación de los jóvenes con una gran formación académica suministrada por el gobierno que por la crisis que está atravesando el país donde residen, se tienen que buscar la vida y ganar dinero para poder vivir en otros lugares donde puedan ejercer su profesión. Eso es un grave problema que, a la vista está, nosotros ahora no somos conscientes. Una gran cantidad de talento se está escapando y, que lo más triste de todo es que lo estamos perdiendo por el simple hecho de nuestra herencia española que hace que nosotros tengamos una planificación de futuro a corto plazo. Nosotros necesitamos hacer inversiones que sean efectivas en el mismo instante pero que quizá en un futuro no funcionen, pero si en lugar de eso hiciéramos como por ejemplo hizo Alemania tras la devastadora segunda guerra mundial en la que quedó totalmente arrasada y prácticamente arruinada, que a través de una planificación de futuro a largo plazo ha conseguido ser actualmente una de las grandes potencias mundiales. Si
tomáramos como ejemplo la organización y la planificación de algunos países como Finlandia en la que ser maestro es una de las profesiones más importantes y mejores reconocidas o Alemania en la que saben sacar provecho de las ventajas que presentan como su industria y el patrimonio artístico (aunque es escaso se valora enormemente, cosa que en España a pesar de que es enorme no se le saca apenas rendimiento), nuestra situación sería mejorable.
Aunque yo he propuesto soluciones a gran escala, que básicamente es una simple opinión de una ciudadana que está descontenta con su vida y con los tiempos que le ha tocado vivir, lo mejor de esto es sacar una autorreflexión y como diría una gran persona: tener un pensamiento global, pero la actuación local.