Querida inspiración | #JovenesHOY - Blogs hoy.es >

Blogs

#JovenesHOY

Querida inspiración

¿Por qué huyes de mí cuando más te necesito? ¿Por qué te encierras en ti misma y no me dejas disfrutar de tu luz? ¿Por qué te escondes en las sombras de la desesperación y no te acercas a mí mientras sufro en silencio la agonía de la falta de sentimientos? No te entiendo, pensé que todo era diferente entre nosotras, pensaba que me ibas a acompañar durante toda la vida, que viviríamos momentos inolvidables juntas… pero debí imaginarme que esto podría pasar. Quiero escribir, quiero sentirme realizada, pero tú eras mi ángel de la guarda y ya no estás aquí para alentarme a continuar haciendo lo que más amo en el mundo: Sentir.

Recuerdo que mi primera clase de Literatura fue en sexto de primaria, tendría once o doce años y no pude ser más feliz por aquel descubrimiento, amé escribir desde el primer momento. Esto sucedió gracias a la persona que me enseñó a amar la literatura, que me llevó al mundo de los sueños y que me ayudó a descubrir mi verdadera vocación; mi profesor de sexto de primaria… se lo agradeceré por siempre. Tenía que escribir un poema sobre un cuento infantil… estoy segura de que ya te he contado esto en alguna ocasión, pero necesito hacerlo de nuevo para sentir que estoy haciendo las cosas bien desde el principio. Creo que la primera vez que nos vimos fue aquel martes por la tarde cuando yo tenía que escribir mi poema y no tenía ni la más remota idea de cómo se hacía aquello; recuerdo que me senté en una silla en el salón de mi casa mientras mi madre planchaba y le pedí ayuda. Te posaste en mi alma como una mariposa llena de magia, querida Inspiración, me diste alas de esperanza y versos multicolores, escribí una de las cosas más puras que he escrito en mi vida; fue un poema joven, una poesía que empezaba a nacer a pasos agigantados de lo más profundo de mi ser. Así seguimos juntas durante mucho tiempo, amiga mía, fueron unos meses preciosos, todo hay que decirlo; pero en un momento determinado del curso me pidieron que escribiera un poema para un concurso que se iba a organizar en el colegio y fue la primera vez que me vi en la obligación de vivir sin ti. Recuerdo perfectamente el momento en el que sucedió, yo estaba en mi casa de campo con mi familia, respirando aire fresco y sintiéndome libre por primera vez en mucho tiempo y me decidí a empezar a escribir. Mi madre intentó sugerirme algunos temas de los que podría tratar mi poema, pero no me gustaba ninguno; comencé a dar vueltas y vueltas intentando aclarar mi cabeza, intentando buscarte para que me ayudaras… pero no llegaste, al menos no en el momento en el que te lo pedí. Lo intenté por activa y por pasiva, empecé versos tímidos y llenos de intenciones, pero ninguno llegó al puerto que yo habría querido… así que, sencillamente escribí sobre aquello que no se me ocurría; escribí un poema que, después de tantos años, aún sigo recordando, al menos los primeros versos; escribí un poema sobre la nada.

Pero, Inspiración, ¿por qué te fuiste de mi vida tan pronto? ¿Por qué no vuelves? ¿Sabes? Creo que después de aquel desplante que me hiciste en sexto de primaria, no volviste a aparecer durante mucho tiempo. Volviste en segundo de la ESO. Ese curso fue uno de los mejores de mi vida, ¿sabes? En ese curso me di cuenta de que quería ser escritora, de que seguiría con o sin ti, de que me volvería loca intentando buscarte durante toda mi vida, pero que llegaría un momento en el que lo haría y todo sería fácil y feliz para ambas. Mi profesor de segundo se dio cuenta de que tú y yo éramos cuerpo y alma, que éramos esperanza y sinceridad, que éramos el cielo y la tierra, que éramos una y que estaríamos juntas para siempre, pues la existencia de una dependía de la existencia de la otra. Y tengo la firme teoría de que él fue la persona que te llamó, aquel que supo que tú y yo nos necesitábamos. Te echo de menos, Inspiración, de verdad que te necesito, de verdad que necesito sentir el arrullo de tus versos, la magia de tus palabras, tu amor tras mis llantos de desconsuelo.

En tercero de la ESO escribí mi primera novela, la vida se hizo cuesta arriba pero tú estabas conmigo, dimos mucho de nosotras mismas durante aquel curso, no fue un curso fácil, pero me dio la sensación de que la literatura iba cobrando cada vez más importancia en mi vida… y eso me daba miedo, porque me hacía dependiente de tus caricias bañadas en tinta de plata; pero a la vez me gustaba tantísimo que no quería que llegara a su fin. Durante todo ese año me sentí rota por dentro, me enamoré por primera vez y todo fue demasiado difícil para mí… pero tú estuviste ahí, Inspiración, estuviste siempre ayudándome a evadirme, a no sentirme tan tonta por sentir todo aquello que sentía. Lloré sobre tus páginas en blanco, derramé mares de sentimientos y ríos de desolación y de soledad.

Sin embargo, querida amiga, después de aquel año, me abandonaste y todavía no has vuelto. Creo saber el porqué de todo esto que está pasando, encontré a alguien, encontré a alguien que, a día de hoy, sigue haciéndome feliz, sigue siendo mi apoyo y mi locura; sigue siendo mi punto más débil pero, a la vez, el más fuerte de todos. Tú lo trajiste a mí, Inspiración, tú fuiste la responsable de que dejara de llorar por causas perdidas, la que me arrimó al camino de la esperanza, la que sufrió por mí, la que me vio caer y la que me ayudó a levantarme… porque siempre me haces sentir infinita, siempre acabo siendo yo misma contigo. Y me desnudo cada vez que llamo a tu puerta porque sé que puedes ver a través de mi alma, porque siempre seremos ese tipo de amantes que se entienden, que crecen juntas a pesar de todos los inconvenientes que puedan aparecer en sus vidas. Y por supuesto que me da miedo haberte sustituido en mayor o menor medida por aquella persona que está conmigo hoy, pero es que a ti se te da mejor escribir historias tristes, amiga, y yo no quiero volver a ser vulnerable, no quiero volver a entregarme a la desesperación y a la tristeza…

Quiero que volvamos a vernos, que volvamos a soñarnos. Ahora, cuando estoy escribiéndote esta carta, me doy cuenta de que has ido colocando a personas

importantes en mi vida que han sabido guiarme hasta ti… mi profesor de sexto de primaria fue el primero, la que me ayudó primero fue mi madre, después mi profesor de literatura de segundo de la ESO, mi profesora de literatura de tercero de la ESO y ahora, desde hace dos años, el amor de mi vida. Quizás tenga que darte las gracias por esto o quizás debo frustrarme porque te echo demasiado de menos y necesito verte para seguir existiendo… por favor, vuelve. Y vas a pensar que he aprendido a vivir sin ti, que tan solo te considero una amiga imaginaria como las que todos hemos tenido cuando hemos sido más pequeños, pero lo cierto es que, como te he dicho, necesito de tu esencia para crear mi potencia, para renacer de mis propias cenizas y evolucionar como escritora.

Es triste, pero creo que debo contarte esto porque para mí es muy complicado. Dentro de unos meses me voy a la universidad, abandono a mi familia para convertirme en la persona que quiero ser cuando sea mayor… pero me da miedo, me dan miedo los cambios, me da miedo todo lo que pueda suceder en mi vida de aquí en adelante, me da miedo no poder controlar mi esencia, no poder ser yo misma con la gente que conozca allá donde vaya porque no sé quién soy sin ti. Pero algo tengo claro en esta vida y es que voy a ser escritora, cueste lo que cueste, porque es mi sueño desde que tenía once años y siempre me remonto a esta primera historia de mi primer contacto con la literatura porque es aquella me hizo nacer y saber lo que quería hacer con mi futuro.

Y aquí termino mi carta, querida amiga, con la sensación de haber puesto paz entre mis sentimientos y pidiéndote encarecidamente que vuelvas a mi lado, que cambies de estilo y que me ayudes a escribir poemas sobre la felicidad, tendremos que probar cosas nuevas, pero juntas, siempre juntas. Ya estoy deseando probar la tinta de tus lívidos labios, abrazar tu pureza tan blanca y serena y volver a llorar sobre tus márgenes de carmín. Te quiero, Inspiración, siempre serás el amor de mi poesía.

Tuya siempre, Esther.

Escribo esta carta con el fin de hacer que las personas que me estén leyendo se evadan del mundo tan triste que tenemos que estar viviendo durante estos días. Estoy segura de que esta crisis va a pasar pronto, pero tendremos que trabajar juntos ahora más que nunca para que todos podamos salir ilesos de este viaje a los lugares más recónditos de la locura. Por favor, no salgan de sus casas si no es completamente necesario y tengan cuidado, ahora todos somos una familia; dependemos los unos de los otros. Muchísimo ánimo a todos.

Espero que les haya gustado esta nueva muestra de sentimientos. Gracias por seguir apoyándome día tras día. ¡Nos vemos en el próximo escrito!

Otro sitio más de Comunidad Blogs Hoy.es

Sobre el autor


abril 2020
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
27282930