Para comprender la filosofía es necesario entrar de lleno en lo más profundo del concepto, cuestionándonos a nosotros mismos y lo que nos rodea en situaciones tanto reales como hipotéticas.
Así que pongámonos en situación.
“Era un lugar lúgubre y frío, ibas caminando por la calle cuando de repente una ráfaga de viento susurra tu nombre, la calle esta oscura, de pronto un golpe te deja inconsciente.
Te despiertas aturdido, miras con curiosidad a tu alrededor, estas atado en una silla, no tienes posible salida, y delante, un hombre se levanta y te habla con voz ronca. Al principio te cuesta comprender sus palabras pues un fuerte pitido está penetrando en tu oído, poco a poco vas relacionando el mover de su boca y la emisión de sonidos. Escuchas atentamente por unos minutos, cuando termina de hablar debes tomar una difícil y obligatoria decisión.
Lo que este hombre intenta explicarte mientras estas amordazado no es nada más y nada menos que formar parte de un gran experimento que se está desarrollando en el que al tomar una pastilla olvidaras de inmediato esa conversación, despertaras en tu cama y vivirás tu vida, a excepción de que será en una realidad paralela programada especialmente para que logres tus metas y objetivos asegurando una supuesta felicidad. De lo contrario puedes elegir otra pastilla en la que vivirás tu vida de siempre en tu realidad de ahora pero sin asegurarte que podrás cumplir aquello que deseas. En la realidad paralela además los méritos serán conseguidos a base de esfuerzo y por tanto valorados.
Tienes en tus manos el poder de elegir tu futuro, uno predestinado, pero que tú no sabrás que estás predestinado o vivir en la realidad de la que provienes sin seguridad de cumplir tus metas. ¿Cuál elegirías?
La primera vez que me pusieron delante esto, fue en clase de filosofía, en un principio mi respuesta estaba muy clara, soy una persona que le gusta tener las cosas controladas, saber exactamente lo que ocurre y cómo abordarlo, y por ello mi elección hubiera sido vivir en “la realidad de ahora” con sus buenos y malos factores, pero claro, que es más controlador que predestinarte a ti mismo a un éxito premeditado aun sabiendo que lo desconocerás mientras lo vivas y aun razonando que vivirías en un mundo diferente pero con un chance de llegar a la felicidad del 100%
Examinemos poco a poco cada una de las posibilidades para que cada cual extraiga sus propias conclusiones.
Comencemos discerniendo sobre la posibilidad de vivir en una realidad paralela, asimismo debemos dejar claro que una realidad es aquello que se experimenta o que vivimos. A pesar de que pueda haber otras realidades no exime a otra de ser más o menos cierta. Siendo así que si decidiéramos vivir en otra realidad en la que cumpliríamos todas nuestras metas con esfuerzo y ni siquiera seríamos conscientes de la existencia de nuestra antigua realidad, el debate no sería entre sí una elección es más verdadera que otra, estaría en sí serías capaz de abandonar tu primera realidad por una nueva, donde vivirás distintas experiencias, y en donde en verdad no estarás con tus seres queridos originales pues los habrías abandonado en la otra realidad.
En cualquier realidad que vivamos las vivencias son reales, sentimos de la misma forma, se trata de abandonar y olvidar tu origen a cambio de una supuesta felicidad prometida con metas cumplidas. ¿Estamos seguros de que el cumplimiento de metas y el sentirnos realizados es lo que nos hace ser felices? Si tu estas seguro, entonces no te lo pienses dos veces. Ve a vivir a tu nuevo mundo, que por cierto si lo analizamos, no vivirías engañado, al haber sido tú quien elige no podríamos considerar que fuera un engaño propiamente dicho porque en realidad te auto-engañas para ser feliz. ¿No es eso muchas veces lo que hacemos en nuestra vida? ¿Consideras que sea posible que ya estés viviendo en una realidad de la que no provienes?
Aquí, desde este ordenador, donde escribo estas palabras estoy a la intemperie de las circunstancias, unas circunstancias externas y superiores a mí, con un miedo irrevocable al futuro, y un ojo puesto en el aprendizaje del pasado, aunque viniéramos de otra realidad y en esta fuera en la que conseguimos todas nuestras metas seguiríamos pasando nuestra vida a base de miedo y presas del caos y el descontrol que no serían más que un espejismo ya que nuestro destino estaría ya escrito, y puesto esto ¿De verdad merecería tanto la pena abandonar un origen por una vida igual con fe en que el alcance de deseos da la felicidad?
El ser humano es demasiado complejo por lo menos en este lugar y en este tiempo como para saber, por ejemplo, si sería capaz de encontrar los mismos sentimientos o tener siquiera los mismos sentidos en una realidad diferente.
En mi humilde opinión creo también que parte de mi decisión inconscientemente como le pasa al resto del mundo se basa en el miedo a lo desconocido y a lo nuevo, es un instinto primario del que no es muy posible escapar. Tal vez en este mundo andamos tan desubicados, sin saber en el fondo quienes somos, por una sencilla razón, a lo mejor al no ser conscientes de nuestro origen real no podemos saber si somos producto de casualidades, si somos más que eso, si esta vida es un Show de Truman o si es un sueño, lo que nos hace no sentirnos completos en el fondo, nos falta, a lo mejor, la parte más importante de la ecuación, ¿De dónde venimos? ¿Es esta nuestra realidad de origen?