Si quieres algo, tienes que luchar por conseguirlo, poner de tu parte, hacer todo lo posible para intentar alcanzarlo…o al menos, esa es mi forma de verlo. No entiendo a aquellas personas pasivas, que aún sabiendo que pueden obtener algo mejor, o algo que podría ofrecerles un cambio positivo…prefieren quedarse estáticos, como si fueran meras estatuas que ven la vida pasar. Su vida se resume a su zona de confort, donde ellos son los dueños…una vida tranquila donde no hay cabida para el cambio… Las rutinas están bien, forman parte del día a día, pero cuando llega alguien o algo que ilumine tu vida, lánzate, rompe con lo rutinario, con la burbuja, con el muro, con todo lo que te bloquea para avanzar.

Necesitamos personas sensibles, con un ápice de locura, que no tengan miedo a los cambios, que sepan aceptar retos, que se muestren tal y como son, que muestren y demuestren sentimientos…pero sobre todo que luchen…todo en esta vida conlleva un poco de batalla, la mayoría de las veces con uno mismo, pero si te quedas parado, te convertirás en una sombra de lo que podrías ser. Sé como una planta, aliméntate de la luz, déjate regar, sécate, crea nuevos brotes, toma nuevos horizontes, y déjate llevar. Crea raíces…crece, déjate querer.

El tiempo no se para, para nadie. Y yo hace tiempo que dejé atrás eso de esperar a que las cosas pasen, se pierde muchísimo tiempo, tiempo que no vuelve y tiempo que podrías dedicar a conseguir lo que quieres. Véase como una meta laboral; lanzarte a hablarle a alguien que te gusta y que no haces por miedo al rechazo (o porque simplemente es más fácil esperar que la otra persona haga acto de presencia); llevar a cabo esa idea que ha estado rondando por tu cabeza (por muy simple que parezca); posponer ese viaje tan deseado porque ya habrá tiempo…y no, no lo hay, lo que no hagas en estos momentos, es algo que no volverá.
Es más fácil quejarse de lo que no se hizo, o que no fue lo suficiente; o al contrario, quejarse de lo que sí se hizo, pero que no nos gusta, que se podría haber hecho de otra manera, que si se hizo así fue para beneficio de unos y no de otros…y un largo etcétera.

Nos gusta tanto quejarnos, que se ha convertido en una costumbre y lo peor de todo, es que lo hacemos detrás de una pantalla, sentados en nuestras casas, en vez de salir a la calle y hacer algo productivo.
Qué de cosas podríamos conseguir si aprovecháramos nuestro tiempo en nosotros mismos, en luchar por lo que queremos, en disfrutarlo haciendo lo que nos gusta, compartiéndolo con personas…
Tenemos una sola vida y la desperdiciamos mirando qué hace el prójimo, criticando cada movimiento, cada acción…y lo que no nos damos cuenta es que quienes perdemos somos nosotros. Centra tu vida en algo, y si no sale, ve a por otra cosa, pero experimenta, persigue…y sobre todo, aprovecha. Si es algo bueno, pelea por ello, no te quedes mirando tras una ventana cual mero espectador, las cosas no se consiguen solas, tienes que poner de tu parte y luchar, porque sin lucha no hay victoria, pierdes tu.

Elige ser feliz.