Para mí, un pilar fundamental… ¿y para vosotros? Hoy vengo hablar sobre la importancia de la figura de los abuelos.
Cada vez son más las familias que por motivos laborales no pueden hacerse cargo de sus hijos. Antes no ocurría lo mismo, ya que era la figura paterna la que trabaja y el cuidado de los más pequeños era función de la madre.
Cuando pensamos en la jubilación, se nos viene a la mente una vida relajada, sin horarios, rodeada de actividades de ocio, pero… ¿en realidad es así? ¿Cuántos son los abuelos que madrugan para llevar a sus nietos al colegio y no duermen la siesta por llevarlo a las actividades extraescolares? Os puedo asegurar que muchos. ¡Qué haríamos sin ellos!
Tenemos la suerte de contar con una esperanza de vida cada vez más alta, y conseguir que nuestros mayores lleguen a la tercera edad en condiciones muy buenas. Ojalá hubiese sido siempre así.
Pero llega un punto que nuestros mayores no dan más de sí, que necesitan ayuda. A día de hoy, no hay problema. Existe la ayuda a domicilio o bien el ingreso de centros residenciales. Cada familia sabe su situación laboral, económica y localización. Pero desde aquí me gustaría concienciar de la importancia de visitar a nuestros mayores. Y cuando digo visitar, digo prestar atención. Sea de la manera que sea, siempre mostradles todo vuestro cariño. Intentad que sean felices. Ellos lo han dado todo por nosotros. Han estado ahí siempre que los hemos necesitado.
Una llamada telefónica, un ramo de flores por su cumpleaños, ese libro del autor que siempre le ha gustado, llevar a vuestros nietos para que correteen por allí… cualquier cosa de esto le hará feliz.
Tenemos que valorar lo que tenemos antes de que sea tarde. Yo, disfruto del único abuelo que me queda. Y ojalá que por muchos años más. Por mi parte, no le faltará una visita cada fin de semana y muestras de cariño y atención.
Gracias abuelo. Gracias por conseguir que me guste tanto el trato con las personas mayores dentro de mi ámbito como educadora social. Y gracias por existir, claro.
Y sí, deberían ser eternos.