Hoy, recién cumplidos mis diecisiete, echo la vista atrás y hago un balance de mi último año. Ha sido un año de cambio, de tránsito.
Comencé el año animada, porque empezaba una nueva etapa. Son los dos últimos años antes de irme a estudiar fuera, pero conforme pasaba el curso me fui desilusionando. Me desanimé conforme me iba dando cuenta de que en mi cabeza tenía unas expectativas diferentes a la realidad. Bachillerato ha sido un auténtico desastre.
Hace un año, mis planes de futuro eran o hacer Medicina o Biología y obviamente inicié un Bachillerato de ciencias puras, con Biología y Física y Química. Una locura. Pero en el pack de Bachillerato de Ciencias también incluía la asignatura de Filosofía… Y ha trastocado todos mis planes y mis ideas. Básicamente yo tenía en mi mente formada una idea de la
vida en general que no era la correcta. Ha sido un auténtico descubrimiento tanto como la asignatura y su contenido como la profesora. Me ha enseñado a pensar y a escucharme a mí misma y es muy triste que nunca antes ningún profesor hubiera hablado de esto en los cinco años que he estado en el instituto. Todos se han dedicado a hablar de su asignatura, del contenido, de los exámenes y de los porcentajes de puntuación en las evaluaciones y
chorradas varias que cuando acabemos el instituto no nos va a servir para nada a la hora de formarnos como personas. Quiero decir, que no hay ninguna asignatura que te enseñe o te prepare para la vida en general.
Por eso, he decidido en este artículo hablar sobre las personas decisivas en tu vida y cómo influyen en tus decisiones. Al tener gran admiración por ellas, quieres parecerte en todo lo que sea posible. Es decir, que si ves a alguien disfrutar tanto con lo que hace y que lo hace fácil, hace que te enganche a eso. Así que yo, gracias a dos docentes estoy enganchada a la filosofía y a la música. Además, me ha costado muchísimo tomar la decisión pero está tomada. Cuando acabe Bachillerato voy a hacer historia y ciencias de la música porque sé que haciendo eso voy a dar lo máximo de mi y no voy a ser una más. Por lo que doy gracias a que estas personas se hayan cruzado en mi camino, hayan trastocado mis planes y hayan girado mi vida 180º.