>

Blogs

Cristina Núñez Nebreda

Juegos de niños

Conociendo al recién llegado

Una de mis mejores amigas está “en capilla”. En realidad, vive ya tiempo de descuento porque ya ha salido de cuentas. Se muerde las uñas, limpia su casa como si fuera ir a tomar el té la mismísima reina de Inglaterra, intenta descifrar síntomas y se escuda en las frases “estoy como una rosa” o “estoy muy verde aún” para predecir que su parto se retrasará varios días aún, sin ser consciente de que de un minuto a otro puede empezar todo. Yo ya estoy en otra fase, pero estar en contacto tecnológico diario con ella pone mi reloj particular en dos años atrás, 2010, cuando nació mi hijo.

Una de las charletas que hemos tenido estos días es cómo gestionar las visitas y las llamadas telefónicas los días siguientes al parto, habitualmente complicados para los padres. “Es una alegría y no voy a ponerme estrecha con la ilusión que hay en torno a la pitufa”, señala mi amiguita acertadamente. Y yo le digo que sí, pero que a veces la expectación es tanta que la avalancha para conocer al nuevo de la familia puede estresar a la madre que, como mínimo, esta cansada tras el esfuerzo del parto y en muchos casos dolorida e incómoda. Pero hay cierta ley no escrita que dicta que a los niños hay que verles de chiquitines y darles la bienvenida en esos primeros momentos de su vida. Y también gente plasta por naturaleza que no puede evitar ser el perejil de todas las salsas.

bebe

La tranquilidad del recién nacido y de la madre son más importantes que quedar bien con las visitas

El padre y los abuelos tienen un papel fundamental de cancerberos y “jefes de prensa”. Más que quedar bien con la parentela y manifestar su orgullo deben observar a la nueva mamá y cuidarla. E ir dosificando y organizando la presentación en sociedad. Me han contado casos de animadas reuniones en las que empezaba a correr la cerveza y se brindaba si control por la salud del niño. ‘Hip-hip, hurra’.

El visitante debería ser discreto y rápido y ser consciente de que cuanto menos rato esté, más feliz va a estar la madre. Es importante no aparecer sin avisar, sino buscar el mejor momento, y tener en cuenta que los horarios de una nueva familia se descabalan con la llegada del pequeño. La madre va a tener que aguantar esos días que le cuenten muchos más partos, como si no tuviera suficiente con acordarse del suyo, y también escuchará todo tipo de apreciaciones sobre su retoño: que si se parece al abuelo Baldomero, que si tiene los mismos ojos que la tía Adelina , que si va a ser futbolista, que si va a ser bailarina. Todo eso forma parte del folclore post nacimiento, que tiene su encanto.

Yo estuve muy tranquila en los días posteriores al alumbramiento. Todo el mundo me cuidó muy bien y las visitas fueron muy agradables y breves. Casi toda mi familia vive fuera, así que supongo que ese fue otro de los motivos para que no me sintiera atosigada. Como enseguida empezamos a pasear por la calle, hubo gente a la que yo misma le llevé al niño. Fui devolviendo llamadas poco a poco y así, el nuevo dejó de ser el nuevo y empezó a ser uno más. Se agradece que el interés por el bebé se extienda a los meses y años siguientes a su llegada.

A ver cómo se organiza mi amiga parturienta con su ruidosa y encantadora familia. Aunque, por ahora, lo importante es que tenga una horita corta y que su preciosa niña llegue al mundo con bien. Estoy segura de que así será. Paciencia, es cuestión de horas.

Otro sitio más de Comunidad Blogs Hoy.es

Sobre el autor


noviembre 2012
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
2627282930