Las nuevas corrientes de crianza natural propugnan el porteo, que es, básicamente, transportar al niño llevándolo junto a nuestro cuerpo. Yo no lo he practicado, aunque según cuentan todo son ventajas, ya que se favorece el desarrollo psicomotor y la digestión del pequeño, además de ser una forma de hacerles más llevadero y cálido el paso del útero materno al frío mundo exterior. El asunto da mucho de sí y hay verdaderos papás y mamás fanáticos del porteo. Ya os digo que yo he sido de cuco y sillita, aunque abrazo mucho a mi hijo y su papá ha usado la mochila hasta la extenuación.
En Cáceres el grupo de lactancia y crianza respetuosa Amaryi-Galm ha puesto en marcha una curiosa iniciativa. Ponen a disposición de socios y no socios un fondo de portabebés, cedidos por los integrantes de esta asociación. La idea es que los interesados en llevar a sus bebés de esta manera puedan adquirir el más adecuado probándolo antes.
Copio de su blog toda su oferta:
Fular elástico: ideal para recién nacidos
Fulares tejidos (varias tallas disponibles): es el portabebés más versátil para usar desde recién nacido hasta que el bebé deje de ser porteado.
Bandolera: Portabebé de uso sobre un sólo hombro, muy fácil de colocar.
Mochila: La preferida de los papis
Mei tai: Portabebé de origen asiático, similar a una mochila
Pouch: Portabebé de un solo hombro, muy sencillo porque no necesita ajuste.
Tonga: Ideal para el verano y para los “sube y baja” de bebés más mayorcitos que a ratos quieren ir andando.
Pinchando aquí, en el blog de este grupo de lactancia podréis saber las condiciones de uso de este servicio.