Hoy va la cosa de pelos. De los pelos de nuestros niños, que crecen y crecen y de suave pelusilla se convierten en greñas indomables. Hay muchísima literatura y hasta supersticiones sobre cómo, cuándo y dónde debe ser cortado el pelo de los niños. Existe una leyenda que habla de que hay que cortar el cabello en cuarto creciente para que crezca más. Es de origen agrícola, porque así funcionan algunos cereales, pero no tiene mucho fundamento. Con cualquiera de las lunas el pelo crece de uno a un centímetro y medio al mes.
Pero vamos al tema infantil. Como he tenido un cachorro que nació prácticamente pelón tardamos muchos meses en tenernos que enfrentar a la tijera y, como en la familia hay un profesional de la misma estuvo chupao, porque lo hizo a domicilio y toda la operación se desarrolló sin lágrimas. Luego, en dos años y pico habremos repetido tres veces más como mucho, ya si que en la peluquería del tío y rodeados de señoras de esas que hacen muchas exclamaciones por todo.
Me llama la atención cómo se ha impuesto la moda de la maquinilla eléctrica para rapar las cabecitas de niños súper pequeños. Al parecer la creencia es que el pelito se iguala y sale de una forma más homogénea, aunque no es recomendable utilizarla cuando son muy bebés, ya que el cráneo aún está blando. No hay relación entre que cortar el pelo pronto haga que crezca más fuerte, a pesar de lo mucho que se repite esta máxima. No me gusta el pelo rapado en los niños, ni los peinados de macarras que les hacen a algunos chiquitines ni los flequillos de Justin Bieber que les ponen a otros, digo ya de paso. Os juro que no es alucine: un día vi a un niño de unos tres añitos con el pelo teñido. Muy cani.
De todos modos ya se sabe que el pelo con el que nacen los niños no es el definitivo ni en textura ni en color. Éste muda, debido a los melanocitos, las células productoras de melanina, que van madurando a medida que crece el niño. Cómo tenemos el pelo es la huella genética de nuestros padres y ancestros. Hablo del color y el tipo de pelo, no de el peinado, que ya es responsabilidad totalmente nuestra. En mi caso, hay gente que se sorprende mucho de que mi hijo sea rubito siendo sus papás morenos de pelo. A nosotros no nos extraña porque sabemos cómo hemos sido y tenemos fotos de nuestros cabezones rubiales cuando éramos niños. Al parecer, tras los cambios posteriores al nacimiento aproximadamente al año y medio el color del pelo será lo más parecido al que tendrá hasta la pubertad, que es cuando más cambia el color, aunque el proceso es progresivo. En este artículo se habla de las leyes de la genética y de cómo condicionan el color de nuestras melenas. Es interesante. Por resumir, los colores oscuros suelen ser dominantes, aunque las combinaciones son infinitas.
Según algunos consejos de peluqueros que he podido leer los cuidados para el pelo de los niños tienen que ser básicos. Aunque los bañemos todos los días, no todos los días hay que lavarles el pelo. A los bebés, para evitar resfriados, mejor lavárselo al final del baño, para que no estén con la cabecita mojada mucho rato. Recomiendan no acostarles con el pelo mojado y pasarles ligeramente el secador.En el caso de las niñas más mayorcitas, cuando se les deja largo hay que tener especial cuidado con los enredones.
Por Cáceres no he visto ninguna, pero en otras ciudades hay peluquerías especializadas para bambinos en las que, me cuentan, hay coches o caballitos para que se suban, se distraigan y, mientras tanto, tris, tras, a cortarles el pelo sin broncas.