La operación pañal ya está en marcha. Como dicen (no me lo creo aún) que llega ya el buen tiempo vamos a empezar a ponernos serios para retirar al niño ese elemento que le ha acompañado desde su nacimiento. En septiembre empieza el cole, así que tenemos todos estos meses para enseñarle a pedir a hacer sus necesidades. Ya tiene orinal y ya lo ha usado, pero no de una forma muy sistemática aún. Me parece complicadísimo crear este nuevo hábito, pero supongo que llegará el momento.
El caso es que, pienso en la de pañales que hemos gastado y también en el dinero invertido y en mi cabeza giran cifras astronómicas. Ahora son unos cuatro pañales diarios, tal vez cinco, lo que daría una media de 28 a la semana, 112 al mes, entre 1300 y 1400 al año. Calculando muy a la baja, porque los primeros meses se gastan muchos más, podría asegurar que he consumido unos 3500 en lo que va de vida de mi hijo. Y el cálculo económico ronda los 650 euros. ¡Ostras! Parece mucho. Sé que hay otras opciones más allá de los desechables, que contaminan y son caros, pero la verdad es que no he animado por miedo a tener que lavar demasiado y que, al final, lo ahorrado por un lado, se convirtiera en gasto por otro, tanto en un plano económico como ecológico, porque la lavadora consume luz y detergente. En este artículo se hace un pocode historia sobre el pañal desechable y su inventora, una tal Marion Donovan. En esta web se habla sobre supuestos perjuicios de los pañales desechables relacionados con su toxicidad.
Por lo que veo y lo que me cuentan ha resurgido el hábito de los pañales de tela, que también se han perfeccionado. Su uso es habitual en círculos de madres que propugnan una crianza más natural y menos agresiva. Han proliferado talleres en los que se enseña a elaborarlos, pero también se venden. En Internet hay varias casas, y por lo que he visto, los precios oscilan en función del peso del niño y también del material utilizado. Los hay desde los 12 euros, aunque también hay paquetes de seis pañales que superan los cien euros y con los que se promete que se cubren todas las etapas del niño. Hay diseños súper molones y coloristas. Por lo que he visto (hablo muy de oidas porque ya digo que no le he utilizado), el equipo se compone del pañal y de los absorbentes. Esta página es bastante completita y os dará una idea sobre los precios.
A medio camino entre una cosa y otra se encuentran los pañales desechables ecológicos, que están hechos con materiales naturales y sin utilizar sustancias para blanquear el material del que están hechos. Un completo mundo con muchas opciones donde elegir.