En el año 2007 Francisco Fuentes, secretario general del PSOE de Badajoz y uno de los tipos que más sabe de ganar elecciones en Extremadura, dijo a un grupo de personas entre las que se encontraba un servidor: «Con Guillermo vamos a sacar mejor resultado que con Juan Carlos». Estaban los populares de Carlos Floriano saltando de alegría porque quien les había arrebatado la victoria durante 26 años se iba para su casa, que el mensaje del líder socialista resultaba casi arrogante. El PP se había creído de verdad que había llegado su momento, pensaban sus dirigentes que con la polémica de la refinería de Gallardo encima de la mesa y la marcha de su líder carismático, se abría un nuevo ciclo en Extremadura. Sin embargo, quien se salió con la suya fue Francisco Fuentes: 38 diputados del PSOE frente 27 del PP, el segundo mejor resultado en escaños de la historia de los socialistas. Su tesis era simple: Ibarra entusiasmaba a los suyos, pero Vara encima atraía a los del otro bando.

A la vista de las encuestas que se están publicando estos días por HOY, no hay por menos que confirmar esta idea: el presidente extremeño le gusta a la gente, incluidos los que se autodenominan del PP, quienes le otorgan una buena puntuación aunque repudian al partido que representa.

Mal que les pese a algunos, Vara tiene empatía y obtiene mejor puntuación incluso que los alcaldes o los aspirantes a alcalde del PP mejor posicionados. Eso dice el análisis frío de los datos. Así pues, se puede decir que el factor Vara es ahora mismo casi como el de las cremas de las playas, protege al PSOE de la debacle que le viene de Madrid.

Los ciudadanos están más que enfadados con el Partido Socialista. Han decidido que el cabeza de turco sea su responsable máximo, Zapatero, a quien se culpa de casi todos los males. Hoy por hoy, su efecto es más que negativo en una contienda electoral y el resultado final que obtenga el PSOE en Extremadura va a ser directamente proporcional a la capacidad que se tenga de alejarle de la contienda.

Los socialistas se encaminan a una campaña electoral en la que se reforzará todavía más la figura de Vara. Su imagen vende, y ya se sabe que lo que vende hay que ponerlo en el escaparate.

No es momento para presumir de resultados. Los registros que presenta la Junta de Extremadura no son para mostrarlos ni mucho menos para presumir de ellos, sólo en desempleo se han batido todos los récords; hay que hacer pedagogía, transmitir que con la que está cayendo no se podía hacer mucho más y el resto, trasladar que el repuesto del PP es mucho peor que lo que hay. Ya se sabe aquello de que las elecciones no se ganan, las pierde quien gobierna y en el PSOE se agarran con fuerza al dato que arrojas las encuestas de que el 50% de los entrevistados, cuando se les pregunta que con independencia de su voto, quién cree que va a ganar las elecciones, dice que el PSOE.

Una cosa está clara: si en la campaña de 2007 el candidato socialista recorrió con una maleta de ruedas pueblos y ciudades, y una caravana roja transmitió por toda la región lo que era el ‘Espacio V’ de Vara, esta vez quién sabe lo que vendrá. De momento, el presidente empieza a dormir en las ciudades, y quedan aún cuatro meses